La Salud Durante el Viaje

Una vez de viaje hay una serie de aspectos que debemos vigilar y tener en cuenta para no caer enfermos ni tener que pasar por procesos de convalecencia desagradables e inoportunos.

Tomando medidas sencillas podemos minimizar los riesgos de caer enfermos y evitar incidentes desafortunados. Por ello siempre es aconsejable prestar atención a los siguientes aspectos:

La Comida y la Bebida

Uno de los problemas más comunes durante el trascurso de un viaje está asociado a los procesos diarreicos, sufriendo la popular Diarrea del Viajero, que en la mayoría de los casos se producen por descuidos a la hora de ingerir alimentos y bebidas.  Por dicho motivo existe una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de comer y beber:

Mercado de Skopje (Macedonia)
Mercado de Skopje (Macedonia)

– Lavarse la manos asiduamente y, muy especialmente, justo antes de las comidas.  Si no dispones de agua y jabón, nunca está de más incluir en tu equipaje toallitas desinfectantes o un pequeño gel limpiador de manos con alcohol.

-No ingerir frutas sin pelar y, a ser posible, pelada por uno mismo.

– Tomar bebidas envasadas (agua, refrescos, leche,…) asegurando que no han superado su fecha de caducidad y, siempre que sea posible, confirmando que se han conservado adecuadamente (Ej.: procurar no consumir nunca bebidas expuestas al sol o que, indicando que precisan estar refrigeradas, no cumplan la cadena de frío).

Si no se tiene la opción de tomar agua embotellada, procurar hervirla durante 10 minutos antes de consumirla o desinfectarla con cloro. Ya es fácil encontrar pastillas potabilizadoras en numerosos establecimiento, pero también te servirá con un par de gotas de lejía (por litro) y un poco de reposo antes de consumirla (35 minutos) para eliminar el sabor del desinfectante.

– Procura no consumir verduras crudas ni ensaladas en lugares no fiables.

17-Atenas-Gastasuelas
Mercado de Atenas (Grecia)

– Ojo con el consumo de huevos, leche y pescado o sus productos derivados. Comer productos de este tipo que no son frescos o con una procedencia dudosa es arriesgado y nada aconsejable.

– Procurar tomar alimentos bien cocinados y servidos calientes.

– Si eres alérgico a algún tipo de alimento, nunca te fíes y pregunta siempre los ingrediente de lo que vas a comer.

– Cuidado con las especias y el picante, no todos los estómagos están preparados para todo tipo de condimento. Preguntar en este caso tampoco está de más.

El Sol, el Calor y la Humedad

La condiciones climáticas pueden ser también detonantes de problemas de salud. Los golpes de calor, las quemaduras y las insolaciones son más típicas de lo deseable.

Por eso siempre es aconsejable no abusar del sol, ir bien tapado con gorra, sombrero e incluso ropa larga en algunos sitios (pregúntate por qué los locales van tan cubiertos), utilizar una buena crema de protección solar, no olvidarse de las gafas de sol homologadas y con un buen filtro UV, hidratarse continuamente y no abusar de los refrigerios excesivamente fríos.

Si la humedad es la protagonista, además de lo anterior, procura llevar ropa ligera, seca y transpirable y, además, recuerda que donde hay humedad es más fácil la aparición de hongos.

Insectos y Animales varios

Cuando hablamos de insectos, y más en particular de los mosquitos, siempre hay que tener presente que además de picar pueden trasmitir enfermedades de diversa importancia (malaria, dengue, encefalitis,…). Por eso siempre hay que tenerlos a raya.

Mosquito picadura
Mosquito

En las proximidades de zonas húmedas o con acumulación de basuras y residuos orgánicos es donde frecuentemente mayor presencia de insectos se puede encontrar, mostrando su mayor actividad durante el amanecer y el anochecer.

Por eso es recomendable en situaciones en las que la presencia de insectos sea abundante el vestir con ropa larga, evitando los colores oscuros, utilizar mosquiteras para dormir, no utilizar desodorantes o perfumes de olor intenso (Consejo: utilizar desodorantes de piedra natural de alumbre, que ayudan a eliminar el olor corporal asociado a la sudoración y no están perfumados) y aplicar repelentes de insectos el las zonas del cuerpo que no estén protegidas.

En el caso particular de los repelentes de insectos, ya empieza a haber diversas marcas con varios tipos de eficacia.

Pero recuerda que los más efectivos son los que contienen alguno de estos compuestos: DEET (N,N-dietil-m-toluamida), IR3535 (3-(N-butilacetamino)-propiaonato) o Icaridin (ácido 1-piperidincarboxílico, 2-(hidroxietil)-, 1-metilpropilester).

Conociendo los nombres de los compuestos que contienen es fácil entender que no es conveniente abusar que y siempre hay probar en una pequeña zona, para ver la reacción que nos produce, antes de su uso de manera más extensa. Se pueden comprar en farmacias, en las que poder informarse más en detalle de la composición y el uso.

Si no hemos logrado que los insectos nos piquen, incluir en el botiquín de viaje algún producto con solución de amoniaco que nos ayude a aliviar los síntomas del picor también puede ser una buena idea.

El peligro asociado a los animales varios viene de la posibilidad de que muerdan, pudiendo trasmitir enfermedades (rabia) o inyectar veneno.

Por esos no hay que fiarse de los animales domésticos, es aconsejable llevar calzado cerrado si sabemos de la posible presencia de serpientes / hormigas / arañas y revisar la ropa de cama al acostarnos y la ropa de vestir al vestirnos en busca de compañías no deseadas.

Baños y Chapuzones

Si bien un chapuzón siempre es de agradecer, nunca hay que olvidar que algunas aguas pueden tener patógenos, contaminantes  o parásitos que nos pueden complicar la existencia y que, por otro lado, no siempre nos vamos a bañar solos, ya que en el agua puede haber animales e insectos que nos pueden causar problemas.

Pozo de los Humos (Salamanca)
Pozo de los Humos (Salamanca)

Intenta asegurarte antes de si el agua en la que deseas zambullirte es apta para el baño es siempre aconsejable. Es decir, procurar no ser impulsivos y preguntarse antes qué nos podemos encontrar es siempre muy aconsejable.

La Altitud

Según ascendemos la mezcla de gases que respiramos y la presión atmosférica varían y se pueden volver en nuestra contra, ocasionando lo que se denomina Mal de Altura.

Ascensión al Tubkal (Marruecos)
Ascensión al Tubkal (Marruecos)

A mayor altitud disminuyen la presión atmosférica y la concentración de oxígeno y, si el organismo no está adaptado a estos cambios, entre otros síntomas, pueden sufrirse mareos, náuseas, vómitos, ansiedad, fatiga, aumento del pulso cardíaco, dolores de cabeza y dificultad para respirar.

Por ello todos en general, pero aun más las personas con afecciones pulmonares o cardíacas, deben prestar atención a las consecuencias de la altitud si van a viajar a un destino en el que se den variaciones significativas de este factor.

Reduciendo los esfuerzos, relentizando nuestra actividad física y programando adecuadamente una ascensión podremos adaptarnos más fácilmente a los cambios ocasionados por la altitud.

Otra forma de minimizar sus efectos es hacer lo que los locales hacen para no sufrir los síntomas, siempre y cuando sea legal y nuestra salud lo permita.

Por ejemplo, es típico en países  como Perú y Bolivia el masticar hoja de coca para aliviar el mal de altura.

Si bien, en las farmacias ya se venden compuestos de laboratorio que cumplen con la misma función y, desde el punto de vista sanitario, puede acercarse más a nuestros hábitos y estándares cotidianos.

En definitiva, al final siempre lo que tiene que imperar es el sentido común y, en base al mismo, decidir qué podemos y qué no podemos hacer.

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