Museo de Miniaturas del Profesor Max en Brihuega (Guadalajara)

Si entendemos por coleccionar la acción de reunir un conjunto de cosas de una misma clase, nos daremos cuenta de que, de una forma u otra, en realidad, la mayoría de la personas somos coleccionistas de algo.

Los elementos coleccionables pueden ser intangibles o tangibles y, curiosamente, viajar puede ser una buena vía para coleccionar ambos tipos de cosas.

Un viajero colecciona experiencias, sensaciones y recuerdos, pudiendo estos últimos ser también algo físico que se puede ver o tocar. Raro es aquel viajero que en algún momento, a lo largo de alguno de sus viajes, no ha adquirido algo como recuerdo de un destino o un lugar.

Pues bien, un buen y particular ejemplo de viajero coleccionista de cosas (tangibles) lo podemos encontrar en el pequeño municipio alcarreño de Brihuega, también conocido como el Jardín de la Alcarria.

Este bonito pueblo de Guadalajara, situado a una hora de Madrid (90 Km), vio nacer en 1912 a Juan Elegido Millan. Una persona anónima que con los años se convertiría en un personaje popular, el Profesor Max.

Profesor Max - Profesor

Figura del Profesor Max

Este curioso briocense, que inicialmente fue médico, profesor y periodista,  hizo fama como mentalista y ello le permitió viajar alrededor del mundo ofreciendo experiencias de hipnotismo y sugestión. Siendo, según dicen, el primer mentalista que fue capaz de hipnotizar por teléfono y fotografía.

Profesor Max - Cartel 3

Cartel del Profesor Max

Su llamativa actividad y su afán aventurero le brindaron la oportunidad de viajar a numerosos lugares del mundo, despertando a su vez en él una inquietud por recopilar recuerdos de pequeño tamaño. Lo que con los años se tradujo en una gran y curiosa colección de miniaturas compuesta por miles de piezas de singular valor.

Profesor Max - Cartel 2

Cartel del Profesor Max

Su pasión por el coleccionismo de cosas minúsculas fue tal que en 1972 se inaugura en  Mijas el primer “Museo Mundial de Miniaturas”,  llamado “Carromato de Max”, que albergaba 30.000 piezas y que aún sigue abierto en la actualidad.

Tras la muerte del Profesor en 1975, su hermana y el marido de ésta abren en 1977 el “Mundo de Max” en Guadalest (Alicante). Dicho museo consigue numerosos premios y distinciones por su labor, entre ellos un record Guiness.

Profesor Max - Record Guinness

Record Guinness

Pero es finalmente el sobrino del Profesor el que se hace cargo de la exposición y traslada el museo de Guadalest a tierras manchegas, ubicando la exposición definitivamente en Brihuega. Lugar al que el Profesor, independientemente de lo lejos que se encontrara por su trabajo, siempre volvía todos los años de visita durante las fiestas populares y colaboraba en la procesión de la cera (fiesta de interés turístico provincial).

Profesor Max - Cartel

Cartel del Profesor Max

El pueblo de Brihuega tuvo la gentileza de permitir que la exposición de su ilustre vecino se alojase en uno de los edificios singulares de la localidad, el Convento de San José. Un antiguo edificio que fue requisado a la iglesia a través de la Desamortización de Mendizábal y sirvió de hospital, cárcel, escuela taller y juzgado antes de convertirse en el Museo Mundial de Miniaturas  Profesor Max.

Profesor Max - Indicación

 Indicaciones en Brihuega

En el museo

La antigua y bien conservada fachada del convento dista mucho del diseño moderno de la exposición que en el interior se esconde, siendo ésta la primera sorpresa que el museo ofrece a sus visitantes.

Profesor Max - Entrada

Entrada principal al Museo en el convento de San José

La entrada para ver la exposición puede parecer de inicio algo cara, 6,50€ por persona (menores de 3 años gratis), pero hay que tener en consideración que el museo no recibe ningún tipo de subvención y que con lo recaudado a través de los pases de puerta se pagan gastos y mantenimiento del mueso.

Ya en el interior el recorrido del museo no es muy largo, puesto que para albergar miniaturas no hace falta mucho espacio. Pero lo que sí que hace falta son buenas lentes de aumentos, sin la cuales sería prácticamente imposible ver algunas de las obras expuestas. Por eso muchas de ellas, presentadas y protegidas dentro de vitrinas, columnas transparentes o expositores circulares, disponen de lupas para ver con cierta comodidad el alcance de las miniaturas.

Profesor Max - Interior Museo

Interior del Museo

La entrada al museo la preside una figura a tamaño real del Profesor Max y su exposición ofrece numerosas y gratas sorpresas a sus visitantes. Pudiendo encontrar, entre un sin fin de cosas, un ave tallada en el palo de un fósforo, pequeñas esculturas realizadas en tiza, una pareja de pulgas vestidas de novios, una manuscrito en el canto de una tarjeta de visita, una amplia colección de zapatos minúsculos, nítidas pinturas realizadas en la cabeza de un alfiler, una faena torera en la cabeza de un fósforo, numerosas casitas de muñecas y cientos de pequeñas y enanas piezas de diversos rincones del mundo.

Profesor Max - Ave fósforo

Ave tallada en el palo de una cerilla

Profesor Max - Casa Muñecas

Casita de muñecas

Profesor Max - Casa Nuez

Casa dentro de una nuez

Profesor Max - Dentadura

Prótesis dental en miniatura

Pero de entre todo lo expuesto dos cosas de tamaño reducido llaman especialmente la atención sobre el resto, aunque por muy distintos motivos.

La primera se trata de una copia de la Última Cena de Leonardo Da Vinci sobre un grano de arroz. No es que la réplica sea exacta, ni mucho menos, pero a través de la lupa se puede ver perfectamente la increíble obra en miniatura.

¿Cómo ha sido posible pintar en un grano de arroz a Jesús y a sus doce discípulos?, pues según nos indicaron en el propio museo, el autor se valió de un pelo de la mano y, aguantando la respiración, fue dando minúsculos trazos al ritmo del latido del corazón para poder definir la minúscula pintura.

Profesor Max - Arroz 1

Expositor del la última cena en un grano de arroz

Profesor Max - Arroz

Detalle de la Última Cena en un grano de arroz

La segunda cosa sorprendente se trata de dos inquietantes cabezas reducidas de los Jíbaros. Su escalofriante  aspecto se muestra dentro de una vitrina que permite ver con claridad la crudeza de los rostros y del proceso al que fueron sometidas las Tzantzas. El origen de las cabezas es incierto y tampoco se sabe a ciencia cierta su veracidad, pero de cerca parece bien reales.

Profesor Max - Jibaros

Detalle de cabezas reducidas de los Jíbaros

En el museo de Mijas se exhibe otra cabeza sobre la que sí hay certeza de su veracidad y que tiene la particular característica de ser la única cabeza reducida de un hombre blanco.

Finalmente, no podía ser de otra forma, a la salida del museo es posible comprar recuerdos del lugar. Miniaturas de diversos tipos para todo aquel coleccionista de recuerdos o de cosas pequeñas.

En Brihuega

Aunque el museo del Profesor Max es un buen aliciente para visitar Brihuega, el pueblo por si mismo tiene numerosos rincones con encanto que invitan a ser conocidos con independencia de que antes o después se decida visitar la citada exposición de miniaturas.

Brihuega tiene un amplio patrimonio histórico artístico, cuyo origen deriva del paso por allí de romanos, árabes, católicos y judíos.

Entre las cosas que se pueden ver y visitar nos encontramos el antiguo Castillo, diversas iglesias, la Muralla, antiguos arcos de entrada al pueblo y la plaza de toros.

Brihuega - Vistas pueblo

Vista de entrada a Brihuega por el Arco de Cozagón

Todo ello, unido a una buena oferta gastronómica y a diversos establecimientos en los que adquirir productos de la tierra, hace que la visita a Brihuega sea una buena alternativa para realizar una escapada.

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Comentarios

  • Rodolfo A Castella
    14 marzo, 2017 00:20

    Soy dueño de una coleccion de 48 pinturas sobre cabezas de alfileres del pintor ecuatoriano Andrade guerra,las tengo con los microscopios ,que en tanto les interese puedo mandarle fotos de dicha coleccion. Mi deseo es venderlas ,las tengo en buenos aires republica Argenytina

    • 14 marzo, 2017 00:34

      Hola Rodolfo, gracias por escribirnos y por tan interesante información. Nosotros encantados de que nos envíes fotos, por la curiosidad más que nada, pero la realidad es que no podríamos comprar la colección que indicas. Somos un blog de viajes en el que solo hemos escrito sobre el museo del Profesor Max, pero dejaremos publicado tu comentario por si alguien puede estar interesado en las pinturas que ofreces ¡Suerte! 🙂

  • Mercedes
    23 septiembre, 2018 10:28

    Brihuega no está en la mancha manchega, es Guadalajara que es Castilla la nueva o actualmente, se llamaría localidad castellano manchega, puesto que somos Castilla – La Mancha… Por aquello de ser purista y no quitarle una historia apasionante en su contexto, poniendola otra que geográficamente es incorrecta. ¿A que con Castilla y León no pasa? Ante la duda son castellano-leoneses, pues eso… Gracias. Por lo demás, chapeau.

    • 23 septiembre, 2018 18:46

      Hola Mercedes,
      Muy buena aclaración.
      ¡Gracias y a disfrutar!

  • Ana Mora
    27 septiembre, 2020 09:49

    Saludos desde Costa Rica, hoy encontré este sitio ya q soñe con el profesor Max, estaba de pie junto a una cabina de teléfono, tipo las antiguas primero pareció esqueleto luego a medida q se acercaba se veía carne. Y mi hija, Nieto y yo veíamos Ángeles en el cielo y ahí lo vimos, y nos dice quieren tomarse una foto con el Profe Max, estaba de traje entero y yo feliz dije yooo, y el teléfono no funcionaba y el le hizo algo para q tomaran la foto, al despertar olia a perfume y se desvaneció el olor. Nunca había escuchado de él hasta q lo soñe… Y estaba en una cabina telefónica.. Fue bonito y curioso conocer de alguien así en un sueño..

    • 4 octubre, 2020 20:33

      Hola Ana,
      Muy inquietante la experiencia personal que nos cuentas. Ya solo te queda conocer el Museo del Profesor Max en persona para completar tu vivencia.
      Pero como te pilla muy lejos, por ahora que te sirva nuestro artículo como una presentación inicial a su mundo.
      Saludos y gracias por contarnos tu vivencia.

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