Paisajes de Otoño en la Selva de Irati

Llagado el otoño comienza una de nuestras estaciones favoritas para salir al campo y disfrutar de los cambiantes paisajes que suelen acompañar a esta época del año.

A pesar de que las horas de luz se van acortando, que las temperaturas descienden y que las lluvias pueden llegar a ser una continua amenaza para salir a patear el monte, hay parajes naturales que con sus paisajes otoñales, por muy adversas que sean las circunstancias, pagan con creces todo el esfuerzo necesario para ir a conocerlos.

Como bien dicen “sarna con gusto no pica” y, si te gusta la naturaleza, el otoño es una de las mejores épocas para disfrutar del medio natural.

Desde finales del mes de septiembre los bosques caducifolios comienzan a cambiar los tonos verdes por otros más rojos, naranjas, amarillos o marrones antes de perder las hojas de sus árboles, lo que representa un auténtico espectáculo cromático que merece la pena ver.

Uno de los lugares en donde mejor se puede disfrutar de estos paisajes otoñales lo encontramos en el Pirineo Navarro y, más concretamente, en los bosques de su conocida Selva de Irati.

Bosques de Irati en Navarra
Bosques de Irati en Navarra

Irati es uno de los bosques de hayedos y abetales de mayor superficie y mejor conservados de Europa, consiguiendo por ello ser también uno de los destinos turísticos de naturaleza más populares de España. Sobre todo en Otoño que, como decíamos, es la época en la que se produce el cambio de color de su masa forestal.

Una de las puertas de entrada a la Selva de Irati se encuentra en la localidad navarra de Ochagavía, al suroeste, un pequeño municipio de tradicionales caseríos que se ubica en pleno valle pirenaico de Salazar y que, por si solo, representa también una buena alternativa de turismo rural.

Valle pirenaico de Salazar en Navarra
Valle pirenaico de Salazar en Navarra

En Ochagavía existe un centro de interpretación sobre la comarca, en el que poder recopilar información sobre su gran diversidad de fauna y flora, sobre los puntos de interés del hayedo-abetal y sobre las rutas de senderismo y bicicleta de montaña que cruzan sus bosques.

Debido a la popularidad del lugar, en la temporada de otoño suele ser complicado encontrar alojamiento de última hora y por eso es conveniente reservar con suficiente antelación.

Río Salazar a su paso por Ochagavía (Navarra)
Río Salazar a su paso por Ochagavía (Navarra)

Nosotros pudimos alojarnos en el albergue de Ochagavía (camping de Osate). Es la opción más económica y, aunque se encuentra a las afueras del pueblo, ofrece todas las comodidades para poder disfrutar de una buena estancia. Aunque avisamos que el espacio de las habitaciones está muy aprovechado.

Ochagavía además ofrece una buena gastronomía, con típicas sidrerías en las que poder degustar productos típicos, como el chuletón de vacuno, y animados bares en los que disfrutar de buen pacharán navarro de endrinas.

Nosotros, acompañados de un guía local, emprendimos una ruta que nos llevó hasta el embalse de Irabia, el río Irati y el Monte de la Cuestión, al norte de Ochagavía.

Hayedo en la Selva de Irati (Navarra)
Hayedo en la Selva de Irati (Navarra)

Siguiendo esta ruta pudimos confirmar muchas de las cosas que con antelación nos habían explicado sobre los bosques de Irati.

Según nos indicaron en Ochagavía, los bosques de esta zona del pirineo se han mantenido hasta nuestros días gracias a su inaccesibilidad y la labor conservacionista de sus habitantes.

La dificultad de acceso evitó que sufrieran las talas masivas que en otros bosques del pirineo llevaron a cabo españoles y franceses para conseguir madera destinada a la construcción de barcos.

Selva de Irati (Navarra)
Selva de Irati (Navarra)

Por otro lado, en torno a los Montes de la Cuestión es posible encontrar los bosques más singulares de la masa forestal, con ejemplares arbóreos de cuarenta metros de altura, y cauces fluviales que se utilizaron antaño para el transporte de la madera extraída de manera tradicional en los montes cercanos.

Los árboles talados se transportaban a través de los ríos hasta los aserraderos más cercanos y para ello se construían las tradicionales almadías, barcazas hechas con los propios troncos talados y atadas con ramas de avellano.

La ruta que seguimos también nos permitió comprobar que los bosques de Navarra también ofrecen, además de espectaculares paisajes, buenos recursos cinegéticos para cazadores y diversidad micológica para los buscadores de setas de temporada.

En definitiva, y como decíamos al principio, para todos los amantes de la naturaleza, los Irati ofrece la oportunidad de conocer unos de los rincones naturales de Europa que mejor se han conservado a lo largo de los años y una buen ejemplo de los singulares paisajes otoñales que se pueden encontrar en el Pirineo español.

Todo ello sin olvidar que, además, Ochagavía puede ser un buen punto desde el que moverse a otros puntos de interés del Pirineo español y francés, como Burgui y su tradicional museo de Almadías, la impresionante Garganta de Kakouetta o el vertiginoso Puente Colgante de Holtzarte.

Tradicional Almadía frente a Burgui (Navarra)
Tradicional Almadía frente a Burgui (Navarra)

Una gran y variada propuesta que hace que merezca la pena acercarse a esta parte del pirineo durante todo el año, pero que nosotros recomendamos conocer especialmente durante la temporada de otoño.

Comentarios

  • JOSECHU
    5 septiembre, 2018 11:51

    Tenemos una reserva desde el 7 al 11 de noviembre, pero no estamos seguros de poder admirar loa Selva de Irati en todo su esplendor. ¿Serán buenas fechas para ir o no?

    • 7 septiembre, 2018 18:53

      Hola José Humberto,
      No es mala fecha la que tienes prevista para visitar la Selva Irati. Normalmente la mayor afluencia de visitantes se da durante el Puente de Todos los Santos, el 1 de Noviembre, pero una semana después aún podrás disfrutar de paisajes espectaculares.
      ¡Buen viaje y ya nos contarás!

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