Siempre que se va a emprender un viaje conviene disponer de una buena cobertura sanitaria que nos garantice que, en caso de precisar asistencia médica, podamos ser convenientemente atendidos por personal médico cualificado y, a ser posible, con el mínimo desembolso económico.
Para gozar de dicha cobertura sanitaria en el extranjero tenemos varias alternativas, públicas o privadas, con costes variables para los viajeros. Pero en este caso nos vamos a centrar en las opciones más económicas, o incluso gratuitas, que tenemos al alcance de la mano pero que no siempre son bien conocidas o tenidas en cuenta a la hora de plantear un viaje fuera de nuestras fronteras.
Es un documento gratuito que acredita tener derecho a recibir atención sanitaria pública en los Estados adheridos a este servicio. Cubre todas las prestaciones sanitarias que puedan llegar a ser precisas durante una estancia en el extranjero del titular de la tarjeta, incluso durante un viaje vacacional, en las mismas condiciones y con los mismos derechos que los ciudadanos del país en el que sea utilizada (esto es importante, ya que no en todos los países la salud pública es totalmente gratuita).
La TSE es personal e intransferible, así que es imprescindible que cada viajero disponga de la suya propia para poder hacer uso de sus prestaciones. Quedando excluida su utilización para viajes de turismo sanitario.
Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia y Suiza.
Dependerá de cada uno de los estados que la emiten. Pero en el caso de España de inicio no se puede solicitar la TSE si se está inscrito como demandante de empleo (incluso si estás afectado por un Expediente de Regulación de Empleo), si se tiene un empleo de carácter temporal o si se es beneficiario de una pensión no contributiva.
En los casos en los que puedan no cumplirse los criterios iniciales de solicitud podría ser necesario aportar información extra para la obtención de la TSE, por lo que el trámite de solicitud puede llegar a ser algo más tedioso.
¿Cuánto tardan en proporcionarla?
Desde la solicitud suelen tardar menos de una semana en llegar por correo postal la TSE al titular.
Si no se dispone de ese tiempo se puede solicitar un Certificado Provisional Sustitutivo (CPS). Que consiste en un documento que se puede imprimir en casa y tiene una validez de 90 días. Su solicitud requiere cumplir los mismos requisitos que para adquirir la TSE, pero en este caso es necesario disponer de certificado digital para la solicitud.
La validez de la TSE puede ser variable en función del país emisor, pero lo normal son 2 años. Tras los cuales hay que volver a renovarla siguiendo los mismos pasos que al iniciar la solicitud.
No, como indicamos con anterioridad, cada país gestiona su sistema sanitario de forma independiente. Por ello las prestaciones pueden variar entre países y la forma de poder disfrutar de ellas también.
No en todos los países adheridos vamos a encontrarnos un servicio sanitario gratuito, en algunos de ellos es necesario abonar una parte o la totalidad del servicio prestado. Si bien el disponer de la TSE permite solicitar la devolución de dicho importe con posterioridad, incluso una vez de vuelta en el país de origen (en el caso de que el sistema sanitario del país de residencia así lo permita).
Existe una aplicación para móviles que informa sobre todo lo indicado con anterioridad, pero entrando en las particularidades de cada uno de los países emisores de la TSE. Adjuntamos los diferentes códigos QR existentes, obtenidos del portal de la Comisión Europea, por si alguien está interesado en instalarse la aplicación.
Los seguros asociados a tarjetas de Crédito son otros grandes desconocidos para la mayoría de sus usuarios. Pocos son los que se paran a consultar o analizar las coberturas que proporcionan las tarjetas que tienen contratadas, pero prácticamente todos los bancos incluyen algún tipo de cobertura de viaje con sus tarjetas (siempre que se contrate utilizando la tarjeta de crédito el viaje o se compren los billetes de desplazamiento, ).
El tipo de coberturas y la amplitud de las mismas varía mucho entre Bancos, los suministradores del servicio (MasterCard, Visa, American Express,…) y el tipo de tarjeta (Crédito o Débito). Pero las coberturas más comunes suelen estar asociadas a demoras y cancelaciones de vuelos, seguros de vida, daño o pérdida de equipaje y protecciones de compra.
Sin embargo en algunos casos también se incluyen seguros por accidente en viajes, que puede llegar a cubrir gastos médicos por accidente o enfermedad durante un viaje del titular o incluso el retorno anticipado por problemas en el destino.
Por eso, ante la gran variedad de opciones comerciales, es muy importante consultar en el Banco emisor las características de las tarjetas contratadas, o a contratar, las prestaciones que incluye y la forma de poder disfrutar de las mismas.
Algunos seguros de salud privados para uso local, como los ofrecidos por algunas empresas a sus empleados o los contratados directamente por particulares, además de dar cobertura sanitaria privada en el país de residencia también pueden incluir cobertura sanitaria en el extranjero.
El tipo de coberturas y su amplitud también varían entre compañías aseguradoras, pero pueden llegar a incluir los gastos de tratamiento médico e ingreso hospitalario hasta un determinado importe, los costes de regreso prematuro por enfermedad y los gastos por utilización de trasportes medicalizados.
Como en el caso anterior, conviene informarse bien a través de la aseguradora o del proveedor del servicio sobre las prestaciones que incluyen sus seguros y de la forma de poder hacer usos de las mismas. Esto último es muy importante porque si no se sigue el protocolo marcado por la aseguradora, al pie de la letra, será difícil poder hacer uso de las prestaciones que ofrece.
Para concluir, la idea general a transmitir con este artículo se resume en que puede darse el caso de que tengamos servicios contratados o prestaciones a través de nuestro sistema de seguridad social que nos pueden permitir ahorrar algo de dinero a la hora de viajar y asegurar nuestro desplazamiento. Por eso siempre es importante leer todo lo que se contrata y conocer el alcance de nuestros derechos, ya que entre ellos puede que encontremos soluciones gratuitas que nos ahorren el tener que contratar o pagar servicios adicionales (y duplicados).
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