Viaje a Tenerife (Canarias): Qué ver y hacer en 3 días

Si quieres descubrir lugares únicos, subir a la montaña más alta de España, contemplar espectaculares paisajes naturales fuera de lo común, practicar senderismo por encima de las nubes, conocer uno de los árboles más antiguos del planeta, bañarte en  piscinas naturales con panorámicas infinitas, degustar una rica gastronomía a precios populares, visitar lugares con mucha historia o reencontrarte con la famosa estampa del antiguo billete de mil pesetas, entre otras muchas cosas más, tu destino es Tenerife.

Tenerife es la isla más grande de las siete que conforman el archipiélago canario y, también, para lo bueno y para lo malo, uno de los destinos turísticos más populares de entre todas las Islas Canarias. Gracias a todos sus encantos y, por otro lado, a que goza de temperaturas agradables prácticamente todo el año, hasta el punto de ser conocida por ello como la Isla de la Eterna Primavera.

Así que, con tantos alicientes y con las buenas sensaciones previas que nos dejó el viaje por la Isla de Lanzarote, nosotros no podíamos dejar escapar la oportunidad de visitar este otro pedazo maravilloso de tierra volcánica española en aguas del Océano Atlántico.

Sobrevolando la Isla de Tenerife (Canarias)

Organizamos para ello una escapada de varios días enfocada  a conocer lo principal de la isla, que nos diera tiempo a visitar, optimizando el tiempo del que disponíamos.

Contamos para nuestro ambicioso plan de viaje con un coche de alquiler ofrecido por Goldcar, que diligentemente pusieron a nuestra disposición en el mismo aeropuerto de Tenerife Norte. Así que, sin perder tiempo, fue aterrizar y ponernos a rodar con nuestro cómodo sedan por las carreteras insulares. Tenerife nos esperaba.

Por cierto, un encanto la gente de la oficina de alquiler de coches del Aeropuerto. Fue el primer contacto que mantuvimos con los isleños y constatamos que son gente de eterna sonrisa y amables donde los haya.

En coche por el Parque Nacional del Teide (Tenerife)

Pues bien, aprovechando y disfrutando cada jornada a tope, tras la experiencia, llegamos a la conclusión de que no nos quedará más remedio que volver a Tenerife.

Sí, tendremos que volver por dos motivos principales. El primero, porque lo que vimos y vivimos nos encantó y, el segundo, porque para poder conocer todos los atractivos tinerfeños se necesita más tiempo. Esto último es algo que ya sabíamos de antemano pero, por si nos quedaban dudas, lo confirmamos con este viaje.

Sin embargo  pocos días de ruta fueron suficientes para extraer una interesante lista de cosas imprescindibles que ver y hacer en Tenerife en 3 días (y 2 noches).

La Ruta por Tenerife

Mirador de Ortuño

Nuestro planteamiento partía de centrarnos principalmente en visitar el Norte de Tenerife, en una ruta circular, y nuestro primer contacto con la Isla tras aterrizar fue la serpenteante Carretera de la Esperanza.

Se trata de una carretera de montaña que se adentra en el interior isleño, cruzando por impresionantes bosque de coníferas, y conduce hasta el Parque Nacional del Teide.

En su trazado una de las pardas obligadas lo representa el Mirador de Ortuño, a menos de 20 kilómetros del aeropuerto.

Desde este mirador se puede tener el primer contacto visual con el Teide y, sobre todo, disfrutar de la mágica estampa que generan los bosques de pinares y el mar de nubes bajas junto a las laderas del Parque Nacional. Es una parada obligada para deleitar la vista y, luego, hacer unas buenas fotos.

Vistas desde el Mirador de Ortuño (Tenerife)

Se encuentra pasado el kilómetro 19 y dispone en un pequeño aparcamiento, en el que poder dejar el coche con tranquilidad mientras se disfruta de las espectaculares vistas.

¡Ah! En esta parte de la isla, cerca del mirador, hay buenas pistas forestales y sendas señalizadas. Siendo un lugar perfecto para la práctica del senderismo o el ciclismo de montaña (MTB), pero con la particularidad de poder hacerlo sobre el mar de nubes.

Parque Nacional del Teide

En esta maravilla de origen volcánico se encuentra el pico más alto de España que, como no podía ser de otra forma, es un antiguo volcán y el protagonista principal del parque.

Este coloso en calma, con sus 3.718 metros de altura, destaca sobre los singulares paisajes con curiosas formaciones pétreas que le rodean.

Parque Nacional del Teide (Tenerife)

Se puede ascender hasta la cima del Teide en un ruta a pie que lleva algo más de 5 horas. Pero, si no se dispone del fondo físico o el tiempo para ello, también está la opción del Teleférico. Te deja a unos 200 metros de la cima por el “módico precio» de 27€ ida y vuelta, pudiéndo hacer la reserva por internet (aquí).

Para subir a la cima del Teide, recorriendo los 200 metros finales, es necesario disponer de un permiso especial que emite el Organismo Parques Nacionales Español (aquí más información), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Eso sí, los pases diarios son limitados y ello obliga a hacer la reserva con suficiente antelación. Unos 2 meses.

Nuestra suerte quiso que, tras prácticamente dos meses sin llover, diluviara justo cuando teníamos programada la visita al Teide. Así que la tormenta nos permitió ahorrarnos los 27 € por cabeza del teleférico, porque descartamos subir al pico con el cielo tan negro. Pero, viendo el lado positivo, nos ofreció el poder disfrutar de un autentico espectáculo meteorológico en un enclave excepcional.

Roques de García y Pico del Teide (al fondo)

También pudimos conocer los alrededores con más calma, que son perfectos para pasear y la práctica del senderismo. Adentrándose en parajes que parecen de otro mundo, pero que tenemos las suerte que sean de aquí. A pesar de ello la mayoría de los visitantes del parque simplemente hacen parada en los puntos clave.

Uno de esos puntos clave son los “Roques de García”. Se trata de un conjunto de formaciones rocosas muy singulares que destacan sobre las llanuras colindantes.

Es posiblemente un lugar especial para los nostálgicos que convivieron con la peseta. Ya que algunas de estas formaciones, con el Teide al fondo, aparecían en el antiguo billete verde de 1000 pelas.

El lugar no tiene pérdida, se encuentra próximo al Parador Nacional, y desde el «Mirador Llano de Ucanca» se pueden tener unas vistas privilegiadas sobre toda la zona.

Vistas desde el Mirador de Ucanca (P.N. del Teide)

El parque se puede recorrer perfectamente en coche, existiendo zonas habilitadas para aparcar en las localizaciones principales. Aunque, debido a la gran afluencia de visitantes, no siempre es fácil aparcar en todos los sitios. Así que hay que hacer uso de buenas dosis de civismo y paciencia.

Caserío de Masca

Situado al noroeste de la isla, el caserío de Masca es uno de los lugares que más nos ha impresionado de Tenerife.

Su conjunto de casas tradicionales canarias se encuentran incrustadas a 650 metros sobre el nivel del mar en el Macizo de Teno, y dentro del Parque Rural homónimo. Un lugar de abrupta orografía al que se llega a través de una estrecha carretera de infinitas y cerradas curvas. No apta para los que padecen vértigo o son propensos al mareo.

Caserío de Masca (Tenerife)

Los barrancos y acantilados que circundan el caserío conducen hacia las aguas del Océano Atlántico, ofreciendo la posibilidad de adentrarse en paisajes realmente llamativos. Hay rutas de senderismo que salen desde el caserío y, atravesando los barrancos, llegan hasta la Playa de Masca.

Por el importante desnivel en algunos tramos y los materiales sueltos de parte del camino, se trata de una ruta de cierto nivel de dificultad y peligrosidad. Es una actividad para pensársela y tomársela con un tiempo que no teníamos, así que descartamos hacer el recorrido en esta ocasión.

Aprovechamos en su lugar parar hacer varias paradas en la estrecha carretera que conduce a Masca, la TF-1427, partiendo desde el municipio de Buenavista del Norte. Hay varios miradores en su recorrido y merece la pena parar a echar un vistazo desde ellos.

Para visitar el caserío hay un reducido parking público a su entrada. Pero la afluencia de visitantes es tan brutal que el encontrar aparcamiento puede ser una odisea.

Carretera de acceso a La Masca (Tenerife)

Como alternativa al vehículo privado, desde Buenavista salen un autobús (línea 355), o la guagua que dicen los canarios, y números taxis que repiten el trayecto sin cesar.

Acantilados de los Gigantes

Tenerife es una isla de grandes desniveles y una prueba de ello se puede ver en la costa noroeste y, más exactamente, en estos acantilados superlativos.

Como no podía ser de otra forma, esta formación de verticales paredes de basalto que llegan a superar los 600 metros de altura sobre el mar es también de origen volcánico.

Las mejores vistas sobre estos colosos rocosos se pueden tener desde la cercana Playa de los Gigantes, desde el Mirador Archipende o desde el Charco de Isla Cangrejo. Todos ellos situados en la localidad de Santiago de Teide.

Acantilado de los Gigantes (Tenerife)

Por cierto, el Charco de Isla Cangrejo es una de esas piscinas naturales, con agua de mar, que ofrecen infinitas vistas sobre el Atlántico y los brutales acantilados. Siendo un buen lugar para bañarse evitando el incordio que, para algunos y algunas, supone la arena de playa.

Charco de Isla Cangrejo (Tenerife)

Garachico

Ubicado algo más al norte que la parada anterior, se trata de uno de los pueblos tinerfeños con más encanto.

Un municipio tranquilo, con menos saturación turística que otras zonas más al sur. Posiblemente porque no tiene playa, pero no por ello pierde atractivo.

En sus orígenes fue un apacible pueblo de pescadores, pero ahora vive esencialmente del turismo.

Garachico (Tenerife)

Su costa de enrevesado material volcánico solidificado se adentra en el océano de forma salvaje. Algo que los garachiquenses han sabido aprovechar creando originales paseos y buenas piscinas naturales entre las rocas.

Garachico (Tenerife)

De entre sus edificios de arquitectura tradicional destacan la Iglesia de Santa Ana y el Monasterio de la Inmaculada Concepción. Gran parte de las construcciones de casco antiguo pertenecen a los siglos XVI – XVII y, gracias a su buen estado de conservación, el Centro Histórico de Garachico ha sido declarado Bien de Interés Cultural.

Garachico (Tenerife)

Icod de los Vinos

Es otra de las localidades con más encanto tinerfeñas. Un municipio próximo a la costa, circundado por extensas plantaciones del popular plátano canario, huertas y viñedos.

Posee un pequeño y cuidado centro histórico en el que se localizan buenas tabernas y restaurantes en los que poder degustar los productos de la zona. Sin olvidar que, al ser tierra de vinos, hay numerosas bodegas que ofrecen degustaciones de sus caldos para deleite de los visitantes.

La variedad de uva Malvasía es la predominante en Icod y por ende los vinos blancos son protagonistas en las bodegas locales. Su importancia es tal que en el Museo Malvasía se le ha dedicado un espacio exclusivo para dar a conocer y reconocer el valor del vino del país.

Pero si hay un protagonista principal icodense, ese es el Drago Milenario (Dracaena draco). Un árbol único, declarado Monumento Nacional, que ha sobrevivido durante generaciones y pinta a que vivirá unas cuantas más.

Este icono vegetal local se puede visitar en el Parque del Drago (5€ la entrada) o contemplar en la distancia, pero gratuitamente, desde la parte posterior de la Iglesia Mayor de San Marcos.

Drago Milenario en Icod de los Vinos (Tenerife)

Sus aproximadamente 20 metros de altura y su recio tronco de 10 metros de perímetro se pueden ver con facilidad desde lejos, pero lo que impresiona es estar a sus pies y deleitarse con semejante portento natural casi tocándolo.

Su nombre hace referencia a su semejanza con la bestia mitológica, el dragón. Motivado por su savia de color rojo, que parece sangre, sus raíces colgantes y sus retorcidas ramas que pueden parecer enrevesados brazos o apéndices.

El Drago Milenario se estima que tiene una edad de entre 1000 y 2000 años, por lo que se trata de una reliquia biológica viviente excepcional. Un milagro natural que, por su aspecto sobrecogedor, siempre ha estado vinculado a leyendas y simbolismos.

La Orotava

La Villa de la Orotava es otra localidad que es imprescindible visitar. Su casco histórico ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional, destacando en él los edificios señoriales.

La Casa de los Balcones (Casa Méndez – Fonseca) es uno de sus edificios monumentales más singulares y conocidos. Construida en el XVII, sus llamativa fachada de tres alturas con balcones de madera y forja llama poderosamente la atención.

En las proximidades también se pueden visitar otras casas señoriales de la época, como la Casa Jiménez-Franchi o la Casa Molina.

La Casa de lo Balcones en La Orotava (Tenerife)

Otro punto imprescindible a visitar en La Orotava son los Jardines Hijuela del Botánico, o La Hijuela. Se trata de unos cuidados jardines, situados tras el Ayuntamiento, con ejemplares de vegetación autóctona y de muchos lugares remotos.

Jardines de La Hijuela en La Orotava (Tenerife)

Algunos de sus árboles son bastante antiguos y singulares, como sus ejemplares de Drago canario o de Secuoya. Aunque nosotros pasamos un buen rato con el Floripondio, que hasta visitar este jardín pensábamos que era un «palabro» inventado (sin criterio). Pero no, existe. Es una especie vegetal arbustiva del género Brugmansia ¿Qué te parece? Un ejemplo más que nos sirve para demostrar que viajando se aprende mucho 🙂

San Cristóbal de La Luguna

Fue la última parada de nuestra ruta circular por el Norte de Tenerife. Y qué mejor forma de terminar que en una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como La Laguna ¿Verdad?

Su reconocimiento viene de ser una buen ejemplo de ciudad de estilo colonial no amurallada.

Catedral de La Laguna (Tenerife)

Como parte del patrimonio monumental de esta ciudad universitaria, la primera del archipiélago canario, destacan la Catedral y la Torre del antiguo Convento de San Agustín. Son dos señas de identidad de la localidad.

El centro tiene buena zonas peatonales, que discurren entre sus edificios más singulares y, a la vez, representan la principal zona comercial lagunera. Un espacio perfecto para un entretenido paseo de despedida.

San Cristóbal de la Laguna (Tenerife)

Dicho todo esto, solo podemos concluir que Tenerife merece mucho la pena y que, a pesar de que cundieron nuestros 3 días en la isla, aun tiene muchas más cosas que ofrecer. Cosas que, si no podéis esperar a que os las contemos nosotros cuando volvamos, podéis ir viendo en la web de turismo de la isla (Aquí).

Aunque, si buscáis información sobre qué llevar, dónde reservar hotel, dónde comer, qué comer y cómo moverse por la isla, nuestro artículo sobre «Tenerife (Canarias): Recomendaciones de viaje» seguro que os sirve de buena ayuda ¡Buen viaje y a disfrutar! 🙂

 

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