Barrio del Oeste: La Salamanca más alternativa y creativa

Salamanca (Castilla y León) es una de las ciudades monumentales más populares de España y su casco histórico es uno de los que más turistas y viajeros recibe todos los años.

Bien conocidas son su Plaza Mayor, su Catedral o su Universidad, pero fuera de sus populares recorridos turísticos existe otra Salamanca menos conocida, surgida en los suburbios y a la sombra de la ciudad monumental, para hacer de la capital charra una ciudad para sus vecinos y no solo para sus visitantes.

Este es el caso concreto del Barrio del Oeste. Un suburbio que, como su propio nombre indica, se encuentra al oeste de la ciudad, en torno a la Plaza de las Carmelitas, y en el que desde hace décadas el movimiento vecinal ha contribuido a su desarrollo y crecimiento teniendo en cuenta las inquietudes y necesidades de sus habitantes.

Desde hace algún tiempo el Barrio del Oeste ha dejado de ser un barrio más de la ciudad, con tristes edificios de los sesenta alejados del atractivo monumental del centro, para convertirse en una zona de moda entre los salmantinos con una intensa actividad urbana y multicultural.

Todo ello, en gran medida, gracias a la labor de la Asociación de Vecinos del Barrio del Oeste  (ZOES), que desde 1977, como ellos dicen, siguen haciendo barrio y haciendo ciudad.

ZOES surgió como iniciativa popular para mejorar el barrio y desde su primera acción para darse a conocer, allá por 1979, que consistió en organizar un Rastro en el vecindario, el movimiento asociativo ha crecido y ha contribuido al desarrollo de diversas actividades para mejorar el bienestar de sus convecinos.

Esa labor se ha traducido en una serie de iniciativas que han hecho del Barrio del Oeste un lugar más alegre, en el que el arte callejero invade las aceras dando un toque simpático y de color a las apagadas fachadas de los viejos edificios e invitando a la reflexión.

De esta forma, paseando y gastando suelas por sus calles se pueden ver numerosos graffitis y murales que decoran las paredes y los garajes, cabinas telefónicas convertidas en bibliocabinas, árboles, bicicletas y escaleras de mano con coloridos jerséis de ganchillo o carritos de la compra convertidos en maceteros.

Todo ello surgido del movimiento artístico y cultural que ha invadido el barrio, humanizándolo y haciéndolo más acogedor.

Además ZOES ha seguido promoviendo actividades para atraer a los salmantinos al barrio y fomentar su dinamismo.

Un buen ejemplo sigue siendo el mercadillo de la Plaza del Oeste que, siguiendo la estela del antiguo Rastro de los ochenta, los domingos por la mañana ofrece a sus visitantes la posibilidad de acercarse a la oferta de los comercios del barrio y de jóvenes artistas  y nuevos creadores. En un ambiente distendido con música en vivo y actividades para los niños.

El centro neurálgico del barrio lo representa dicha Plaza del Oeste, que se sitúa muy cerca de la Puerta de Zamora y el comienzo del Casco Histórico.

Así que, si os encontráis de visita por la capital del Tormes y su centro histórico, no dudéis en acercaros al Barrio del Oeste para conocer la otra Salamanca, más alternativa y no tan turística. A ver qué os parece.