El Renacer de la Botarga de Romanones (Guadalajara)

Romanones es un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara cuyos cerca de 120 habitantes, como en tantas otras pequeñas localidades de España, luchan por no perder población y mantener sus tradiciones.

Pues bien, en ese empeño, esta pequeña localidad de la Alcarria ha recuperado una vieja tradición que en los últimos tiempos se había perdido. La Botarga de Romanones.

Las botargas representan una costumbre muy arraigada en la provincia de Guadalajara. Se trata de una celebración festiva en la que, poco antes del carnaval, curiosos personajes vestidos de forma estrafalaria y grotesco aspecto recorren las calles de los pueblos. Su origen parece ser prerromano y tener cierto carácter mitológico, buscando la protección de los habitantes de los pueblos y la fertilidad de las cosechas del campo.

El paso de los años ha hecho que las botargas pasen a convertirse en una celebración lúdica que cada pueblo ha ido adaptando y dotando de una idiosincrasia propia, pero que en todos los casos sigue siendo un auténtico patrimonio cultural y etnológico que merece ser protegido y difundido.

En Romanones la tradición se había perdido a finales de 1800, pero la iniciativa popular ha hecho que desde el 2015 vuelvan a las calles dos protagonistas de la cultura popular del pueblo. Se trata de “El Toro de Carnaval” y del ”Tío Tararura”, encarnados por dos descendientes de Romanones (Javi y Jorge).

El Toro de Carnaval lleva la cabeza cubierta con tela de saco, va ataviado con un traje negro y porta un armazón de madera perpetrado con un buen par de astas de toro, cencerros y un rabo que cuelga a sus espaldas. En gran medida recuerda la tradición taurina de la provincia.

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Toro de Carnaval en la Botarga de Romanones (Guadalajara)

El Tío Tararura impone algo más de respeto, sobre la cabeza porta un curioso sombrero, también lleva la cara tapada y viste recio, con un abrigo verde y un pantalón andrajoso que van atados a la cintura con una cuerda de la que cuelgan cencerros. Pero lo que más respeto infunde de él es que en una mano lleva un cayado y en la otra un saco. Como si fuera el «temido» hombre del saco del que tango oímos hablar muchos cuando éramos pequeños.

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El Tío Tararura en la Botarga de Romanones (Guadalajara)

Nosotros desconocíamos la tradición de las Botargas y nunca habíamos estado en Romanones pero, como apasionados del mundo rural y sus tradiciones, nos enteramos de la buena iniciativa y no dudamos en ir a conocerla. Así que cogimos el coche y nos fuimos para allá.

Llegamos con la celebración ya comenzada y, según entramos con el coche en la plaza de pueblo, nos dimos de bruces con el Toro de Carnaval. Apareció de repente, saliendo de un calle y adentrándose en la plaza corriendo tras la chiquillería del pueblo.

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Botarga de Romanones (Guadalajara)

Tras aparcar en la misma plaza, poco después vimos aparecer al Tío Tararura. El siniestro personaje se abalanzaba sobre la gente y, con el cayado en ristre, repartía cachiporrazos en los traseros de los allí congregados o atrapaba a los críos y se los llevaba al hombro calle abajo.

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El Tío Tararura con un niño al hombro (Romanones)

Ambos personajes deambularon por las calles de Romanones hasta la extenuación haciendo correr principalmente a la chavalería, que trataba de escapar de las envestidas del Toro de Carnaval o de los cachiporrados y agarrones del Tío Tararura.

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Botarga de Romanones (Guadalajara)

Vimos que algunos del pueblo se colgaban un cacho de papel a la espalda, que suponemos servía para desafiar a sus perseguidores y ver si eran capaces de arrebatárselos.

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Botarga de Romanones (Guadalajara)

Mientras unos corrían, otros danzaban al ritmo de los tamboriles y las dulzainas que tocaban un pequeño grupo de músicos.

No éramos muchos, pero el ambiente era totalmente festivo y la ilusión por pasarlo bien no faltaba. Así que disfrutamos de un buen rato con la gente del pueblo y los que, como nosotros, fueron hasta Romanones para conocer su tradicional Botarga. La jornada concluyó con una degustación de vino dulce y bollos (que nosotros nos perdimos y nos apuntarmos para la próxima vez).

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Gente corriendo en la Botarga de Romanones (Guadalajara)

Por ello, celebrando la iniciativa de recuperar la Botarga de Romanones, sirvan estas líneas para felicitar a los que han contribuido a rescatar esta tradición y para invitar a todos aquellos que no la conozcan a visitar Romanones y disfrutar de ella en una interesante jornada de turismo rural. Apuntarla en el calendario para el próximo año, es justo antes del carnaval.

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