No habría sido justo haber viajado hasta Brihuega (Guadalajara) únicamente para visitar el Museo de Miniaturas del Profesor Max, ya que el municipio por si mismo tiene numerosos alicientes que hacen que su visita merezca la pena.
Durante nuestro paseo por sus calles y rincones quedamos gratamente sorprendidos y por ello es de justicia dedicarle un artículo algo más detallado y extenso en el que mostrar algunos de sus numerosos atractivos.
Brihuega se ubica en una localización estratégica sobre el río Tajuña y, en gran medida gracias a ello, ha heredado un amplio patrimonio histórico y artístico que sus vecinos se han esmerado en conservar hasta la actualidad.
Por sus tierras han pasado numerosas culturas a lo largo de los siglo e incluso han acogido a la realeza. Romanos, árabes, judíos y cristianos, entre otros, han disfrutado y disputado su privilegiada ubicación y, por otro lado, han dejado un herencia en el lugar que aún perdura hasta nuestros días. A pesar de que durante su pasado más reciente ha sido testigo de algunos de los episodios más crudos y relevantes de la Guerra de Sucesión y de la Guerra Civil Española.
Todo lo anterior da una idea de la relevancia que ha tenido Brihuega a lo largo de la historia y, como ejemplo de lo que por sus calles pudimos ver, a continuación mostramos algunos de los recuerdos y vestigios de su glorioso pasado que hacen que el en presente merezca la pena acercarse a visitar este interesante municipio alcarreño conocido como el Jardín de la Alcarria:
La puerta de la Cadena y la Muralla
La Iglesia de San Felipe
La Plaza de Toros
El lavadero de la Blanquina
La Iglesia de San Miguel (ahora centro cultural)
El Arco del Cozagón
El Arco de la Guía
El Castillo
La Plaza del Coso
Edificios Señoriales
Pero por si todo esto fuera poco, el privilegiado enclave en el que se encuentra Brihuega también permite disfrutar de buenas vistas sobre las tierras de labor alcarreñas y sobre la vega del río Tajuña. Así que alicientes no le faltan al lugar.
[codepeople-post-map]
Comentarios