Matosinhos (Portugal) es una antigua ciudad portuaria de pescadores, vecina de Oporto, muy popular por tener una de las mejores playas del norte de Portugal, un estupendo paseo marítimo y una gran variedad de restaurantes de pescado y marisco fresco.
Su actividad pesquera aun se mantiene, aunque más modernizada, y su puerto sigue activo. Pero ahora especialmente enfocado al transito de grandes buques de mercancías y cruceros turísticos.
Por otro lado la arquitectura local mantiene en muchos de sus edificios las tradicionales fachadas de azulejos, tan característicos de Portugal, que en muchos casos fueron casas de antiguos pescadores. Así que el callejear por la zona hace prácticamente imposible que uno no identifique el país en el que se encuentra.
Se trata de un destino muy frecuentado por portugueses pero no tanto por visitantes extranjeros, que normalmente suelen quedarse en Oporto y se pierden con ello el conocer un lugar estupendo para disfrutar de la playa y una buena gastronomía a precios populares.
Así que bien merece una visita, porque está a escasos 3 kilómetros de Porto.
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Fue creado en 2002, como parte de un proceso de renovación de la antigua zona industrial. Sus 19 metros de ancho y sus 740 metros de longitud han convertido a este Paseo Marítimo del Atlantico, como también es conocido, en uno de los espacios públicos más emblemáticos del Área Metropolitana de Oporto.
En el extremo norte del paseo marítimo se encuentra el puerto industrial y la moderna Terminal de Cruceros de Oporto (Terminal de Cruzeiros), cuyo vanguardista diseño funcional ha sido galardonado con prestigiosos premios de arquitectura. El edificio, con un serpenteante diseño, acoge también un Parque de Ciencia y Tecnología del Mar y un Centro Interdisciplinar de Investigación Marina.
En el extremo sur del paseo marítimo, más cerca de Oporto, se encuentra el Castelo do Queijo. Una fortaleza del siglo XV destinada a defender la costa de posibles ataques desde el mar.
La amplitud del paseo marítimo hace que sea un lugar muy transitado a todas horas, pero especialmente al atardecer. Momento en el que mucha gente sale a pasear, a tomar algo en alguno de sus bares o chiringuitos tras el trabajo, a hacer deporte o a contemplar las estupendas vistas que ofrece de la puesta de sol y su magnifica playa anexa.
Como hemos dicho, es una de las más grandes al norte de Portugal y la más grande en las proximidades de Oporto. Motivo por el que es muy visitada por sus vecinos locales. Su gran extensión permite disfrutar de la arena y las frescas aguas del Atlántico con tranquilidad y espacio suficiente.
Este espacio de fina arena blanca dicen que fue escenario de una antigua leyenda local, la Leyenda del Cayo Carpo. Un noble cabalero de la época de los romanos que se casó en la playa de Matosinhos allá por el siglo 44 d.c. Según la leyenda, el novio se adentró en el océano a lomos de su caballo pero, oh milagro, lo hizo cabalgando sobre el agua en busca de un barco. El barco iba en dirección a Galicia (España), transportando el cuerpo del Apóstol Santiago. Impresionado por su milagro, Cayo Carpo se convirtió al Cristianismo inmediatamente. De regreso a la orilla, tanto el caballero como su caballo aparecieron convertidos en vieiras, uno de los símbolos de culto al Apóstol Santiago. La apariencia abigarrada de sus cuerpos se traduce al portugués como «Matizado» y Cayo Carpo será conocido desde entonces como «Matizadinho«, una designación que posteriormente sería otorgada a la playa. Siendo esta legendaria historia de milagros la que explica el origen del topónimo «Matosinhos».
La verdad es que, gracias a la gran variedad de restaurantes existentes en las proximidades del Paseo Marítimo, es muy difícil no encontrar un restaurante en el que no comer bien.
Pero sin lugar a dudas la zona más recomendable se encuentra en la Rua Heróis de França. Una calle con numerosos restaurantes que, especialmente en verano y en época de buen tiempo, llenan las aceras de aparatosas terrazas con parrillas para cocinar el pescado fresco a la brasa de carbón.
El humo de las parrillas envuelve el ambiente de una neblina con olor a pescado a la brasa que se respira desde lejos, despertando el apetito de todo aquel que se encuentre en sus proximidades.
Todos los restaurantes exponen su pescado a la entrada de sus locales, siendo fácil constatar que el género es de calidad.
Imprescindible probar las sardinas, son tan hermosas como sabrosas.
Pero si el pescado no es lo tuyo, también hay posibilidad de degustar carnes a la brasa y otros platos típicos de la gastronomía lusitana.
Como referencia en la zona, nosotros probamos para cenar en el Restaurante O Lusitano (Rua Heróis de França) y nos encantó la experiencia. Pero en la zona hay muchos más restaurantes y es cuestión de probar o tener suerte a la hora de encontrar sitio, porque suelen estar muy solicitados todos ellos.
Puesto que está junto a Oporto, formando parte de su distrito y a tiro de piedra de su centro histórico, es posible llegar fácilmente en transporte público hasta Matosinhos. Las paradas de Metro de Brito Capelo y Matosinhos Sul, ambas de la Línea A, dejan muy cerca del puerto y del paseo marítimo.
En caso de viajar en coche, el entorno de la playa tiene muchas zonas libres de estacionamiento regulado. Se puede aparcar fácilmente sin tener que pagar por estacionar en la calle.
Por su cercanía y disponibilidad de aparcamiento sin pagar, Matosinhos puede ser una buena opción para a lojarse y desde la que visitar Oporto, dejando aparcado el coche sin preocupaciones. Utilizando el transporte público, el Metro o el Autobús, para llegar a Oporto desde Matosinhos en pocos minutos.
Para más información in situ sobre Matosinhos, y sobre cómo moverse al vecino centro histórico de Oporto, se puede visitar el Centro de Información Turística ubicado en el paseo marítimo, en las proximidades del puerto.
¡Buen viaje y a disfrutar!
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