Melero (Las Hurdes): Un meandro entre dos tierras

Entre dos tierras es el título de la canción de una afamada banda de rock española de los 90 que nos ha traído a la mente uno de los parajes naturales más singulares de la geografía española que hemos tenido la ocasión de conocer. El Meandro del Melero (o Meandro El Melero).

El discurrir de las caprichosas aguas del río Alagón ha dado lugar a un espectacular meandro que sirve de límite entre las provincias de Salamanca (al Este) y Cáceres (al Oeste) y, por ende, se encuentra entre dos tierras. Las de Extremadura y las de Castilla y León.

Es una singular frontera natural y posiblemente uno de los mejores ejemplos que se pueden ver en la península ibérica de este tipo de formaciones fluviales.

Quizás a más de uno o una, al leer la palabra, le ha venido a la cabeza esa clase del colegio en la que  le explicaron por primera qué era y como se formaba un meandro.

Pues bien, como buen ejemplo de la teoría de entonces, visitar y contemplar en vivo este particular rincón de la geografía española es una forma interesante y amena de poner en práctica los conocimientos de la juventud.

Meandro del Melero en la Comarca de Las Hurdes (Extremadura)
Meandro del Melero en la Comarca de Las Hurdes (Extremadura)

El paso del tiempo y la acción del agua han dado lugar a una profunda y perfectamente definida «cicatriz» circular sobre el terreno, por el que corren de forma tranquila las aguas del río Alagón (afluente del Tajo).

La magnitud del efecto erosivo del agua se puede ver especialmente en verano, cuando el río tiene los niveles de agua más bajos del año y deja al descubierto la profundidad total del meandro en el interior del bonito valle en que se encuentra.

En época de lluvias las aguas del Alagón suben, rodeando la península arbolada que ha creado el propio río.

Es sin duda un lugar de impactante belleza, en donde el meandro del Melero y su entorno dan lugar a un enclave natural único que sirve de reclamo todos los años a cientos de curiosos amantes de la naturaleza y del turismo rural de interior.

Meandro del Melero y río Alagón
Meandro del Melero y río Alagón

El mejor punto para contemplar esta maravilla natural lo representa el Mirador de la Antigua, situado en las tierras cacereñas de Las Hurdes. Un punto imprescindible a conocer si se visita esta famosa comarca de Extremadura.

Mirador de la Antigua y Meandro del Melero (Cáceres)
Mirador de la Antigua y Meandro del Melero (Cáceres)

El mejor punto de acceso al Mirador de la Antigua se encuentra en Riomalo de Abajo. Desde esta pequeña localidad cacereña, a la que se llega por una sinuosa carretera de infinitas curvas que siguen y cruzan las aguas de los ríos Alagón y Ladrillar, sale una pista forestal hasta el mirador.

El recorrido a pie hasta la Antigua, gastando suelas, es de unos 45 minutos y no tiene ninguna dificultad. Excepto el ligero desnivel que hay que ir salvando hasta llegar. Es una bonita ruta de senderismo por los paisajes típico de Las Hurdes.

Aunque también hay la posibilidad de acceder con el coche. El camino es polvoriento, pero se puede circular perfectamente si se conduce con precaución. Unos metros antes del mirador hay un punto habilitado para poder aparcar el coche.

No hay pérdida, el acceso a la pista está bien señalizado en Riomalo. El inicio del camino sigue el curso del río Ladrillar a su paso por el pueblo.

Señalización al Meandro del Melero en Riomalo de Abajo (Cáceres)
Señalización al Meandro del Melero en Riomalo de Abajo (Cáceres)

En otoño además es posible disfrutar desde el mirador de los sonidos de la berrea del ciervo, a la vez que se contempla el espectáculo visual que ofrece el Meandro del Melero.

Como atractivo adicional, en verano es posible refrescarse en las piscinas naturales y la playa fluvial del río Ladrillar en Riomalo de Abajo. Una buena opción para sofocar el calor de la excursión al mirador, que se puede completar tomando algo en la terrazas de los bares próximos.

Piscinas naturales y playa fluvial en Riomalo de Abajo (Extremadura)
Piscinas naturales y playa fluvial en Riomalo de Abajo (Extremadura)

En definitiva, y volviendo al principio, esta joya natural entre dos tierras tiene todos los alicientes para pasar una buen jornada al aire libre. El disfrute está asegurado.

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