Jánošíkove Diery, al norte de Eslovaquia, es una ruta perfecta para los amantes del senderismo en grandes espacios silvestres.
Pero con dos grandes peculiaridades, por un lado, el disponer de un recorrido que facilita el acceso a prácticamente todos los públicos y, por otro lado y como guinda, el permitir poder disfrutar de todo con una buena cerveza.
Dicho así se puede llegar a pensar que Jánošíkove Diery es una locura de sitio que va en contra de lo que, se supone, se ha de esperar de un paraje natural. Pero nada más lejos de la realidad.
Promueve el conocer y disfrutar del lugar garantizando su protección, evitando que los senderistas deambulen fuera de las zonas acondicionadas e invitando a que hagan parada de avituallamiento en un punto común. Utilizando para ello un buen aliciente, como es tomar un refrigerio en un espacio privilegiado.
Jánošíkove Diery es una de las rutas de senderismo más bellas y populares del Parque Nacional Malá Fatra y, por extensión, de Eslovaquia. Cuyo recorrido permite disfrutar de impresionantes y hermosas gargantas y cañones calizos, densos bosques de media montaña, singulares rocosas y profundos valles. Es decir, se trata de un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza a lo grande.
En realidad la ruta se compone de varios recorridos con diferentes niveles y duración. Todos ellos bien señalizados y acondicionados mediante pasarelas para facilitar el tránsito por los continuos cambios de nivel y de terreno.
Las pasarelas permiten adentrarse en las gargantas, justo sobre las aguas que les han dado forma, para disfrutar del entorno al máximo. Convirtiendo la aventura prácticamente para todos los públicos.
El resto del recorrido se realiza por buenos senderos que abren camino entre amplias praderas de verdes pastos, que ofrecen magníficas vistas sobre los macizos calizos, valles de la reserva natural y los frondosos bosques de montaña.
Pero el aliciente definitivo que nos convenció de que Jánošíkove Diery es una gran ruta de senderismo lo representa su quiosco-bar de madera. Situado a medio camino de varios senderos, en él se sirve buena y refrescante cerveza («pivo» en eslovaco). Es un punto perfecto en el recorrido para descansar al aire libre y disfrutar del parque nacional tomando algo.
Así que todo aquel que, como nosotros, ame la actividad en plena naturaleza puede encontrar en Jánošíkove Diery un pequeño paraíso.
Nos llevó media jornada el recorrido que realizamos y durante el mismo coincidimos con muchos eslovacos, entre los que parece ser un destino muy popular, y pocos o ningún extranjero como nosotros.
Dicen que «allí donde fueres haz lo que vieres» y nos los tomamos al pie al pie de la letra. Vistamos el lugar en verano y nuestra experiencia de senderismo fue refrescante en todos los sentidos, por el entorno natural en la que discurrió y por la rica cervecita que nos tomamos en plena ruta como unos eslovacos más.
Esta popular zona de senderismo se encuentra en las proximidades de la localidad eslovaca de Terchová, al norte del país y a dos horas y cuarto de Bratislava (230 Km).
Nosotros llegamos en coche de alquiler, la forma más cómoda para llegar, procedentes de la localidad de Orava (a unos 40 kmal Este) y tras visitar el impresionante Castillo de Nosferatu.
La carretera es buena y el punto de entrada a la ruta, antes de llegar a Terchová, está bien señalizado.
Hay un aparcamiento de pago junto al punto de inicio de la ruta que, por lo que vimos, se llena en días de máxima actividad. Pero también es posible encontrar aparcamiento gratuito fuera, entre las casas próximas.
Hay varios alojamientos en la propia Turchová y también en los alrededores de la ruta. Incluso en el punto de partida de la misma, que es donde se encuentra el más popular.
Es aconsejable alojarse en la zona si se pretende hacer un recorrido largo, de 5 horas o más, o simplemente detenerse a disfrutar del Parque Natural con más tiempo.
Pero si solo se pretende hacer un recorrido corto de menos de 5 horas, como hicimos nosotros, lo mejor es dirigirse hacia la siguiente parada en el viaje para hacer noche. Nosotros optamos por alojarnos en la cercana Žilina (a 30 Km), para así estar más cerca del siguiente destino en nuestro viaje por Eslovaquia. Una maravilla del turismo rural europeo, Čičmany.
Nosotros fuimos en verano y la experiencia fue estupenda pero, como todos los destinos de turismo de naturaleza, todo el año ofrece buenas experiencias. Sin embargo hay que tener en cuenta que ciertas zonas están cerradas durante la primavera (marzo a junio) para la protección de la fauna y flora.
Aunque Jánošíkove Diery está muy bien acondicionado, con pasarelas y senderos señalizados, es imprescindible llevar buen calzado cómodo, que sujete bien el pie y sea apto para caminar por terreno suelto y resbaladizo.
Igual de recomendable es llevar una pequeña mochila con, por ejemplo, ropa para posibles cambios en las condiciones climatológicas (si son esperables), agua, algo para reponer energías o crema solar (si procede).
Para aquellos que tiene las rodillas castigadas, tampoco está de más el uso de bastones. Uno por lo menos.
Si algo de lo indicado os hace falta, en la web de Campz lo podréis encontrar. Nosotros la hemos utilizado para adquirir material de senderismo y funciona muy bien.
Concluimos este post constatando que Eslovaquia, además de un interesante patrimonio cultural, monumental, arquitectónico y rural, también tiene un magnífico patrimonio natural que conocer. Para muestra esta magnífica experiencia en Jánošíkove Diery ¿No os parece? 😉
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