10 Buenas razones para hacer el Camino de Santiago

De todos los viajes que he realizado hasta la fecha, uno de los que mejores recuerdos me ha dejado ha sido el gastar suelas por el Camino de Santiago

Ya hace más de 10 años que emprendí la ruta por el último tramo del Camino Francés, entre Sarria y Santiago de Compostela, que es recorrido más popular y con más tradición histórica. Y tras vivir la experiencia, cada vez que me preguntan, no me faltan motivos para recomendar hacer el camino a otros…por lo menos una vez en la vida.

Aunque el origen del camino siempre se ha asociado a una importante componente religiosa, hay otras razones que invitan a hacer cualquiera de sus 10 rutas principales. 

Señal en el Camino de Santiago
Señal en el Camino de Santiago

Entre los motivos no religiosos se encuentran algunos de los que a mí me motivaron a emprender la ruta y que, junto a otras razones que descubrí ya caminando, recopilo en este artículo sobre “10 Buenas razones para hacer el Camino de Santiago”.  

Espero ser lo suficientemente convincente para que tú, que aún te planteas si vivir esta modesta aventura, también te decidas a emprender tu ruta por el Camino de Santiago. 

Razones para hacer el Camino de Santiago

Hay tantos buenos argumentos para hacer el Camino de Santiago como peregrinos, lo que hace que sea muy difícil recopilar en una lista todos ellos. 

Cada uno de los que hemos emprendido ruta hemos tenido nuestras razones y, posiblemente, en muchos casos coincidirán con las de otros peregrinos y en otros muchos casos no.  

Pero más allá de la simple curiosidad, y dejando a un lado los motivos religiosos, todos los peregrinos hemos descubierto razones suficientes para emprender y seguir el camino. 

En mi caso personal, tras recorrer los últimos 100 km del Camino Francés hasta Santiago de Compostela, dejando a un lado los motivos religiosos, estas son las principales 10 buenas razones para hacer el Camino de Santiago que recomiendo.

Reflexión y autoconocimiento 

Caminar durante kilómetros, jornada tras jornada, da tiempo suficiente para pensar en muchas cosas y también para no pensar en nada.  

Te permite reflexionar profundamente y realizar una intensa actividad de autoconocimiento. 

Hasta el punto de que todo aquel que termina el camino dice que hay un antes y un después, que el camino te cambia. Y es muy cierto.

El camino te ayuda a relativizar todo y a valorar aquello que verdaderamente es importante, sin posibles influencias externa como las que podemos encontrar en nuestra vida cotidiana. 

Es el lugar perfecto para conocerse a uno mismo y “re-amueblar” tu cabeza. 

Concha del peregrino del Camino de Santiago
Concha del peregrino del Camino de Santiago

Aprender a viajar con lo justo y necesario 

Si eres de los que para irse de viaje necesita una gran maleta o llenar la mochila hasta los topes, el pensar que vas a caminar con tu equipaje a cuestas durante días te hará replantearte si realmente necesitas todo lo que normalmente te llevas de viaje. 

Actualmente hay opciones muy cómodas para hacer el camino, que permiten contratar el servicio de transporte de equipaje entre parada y parada. Pero yo recomiendo hacer la ruta cargando siempre con tu equipaje.  

Forma parte de la experiencia más real y permite aprender a valorar que es lo realmente importante e imprescindible que tienes que llevar contigo. Algo que seguro luego te servirá para otras facetas de la vida. 

La pequeña mochila que yo llevé no pesó más de 4 kilos y no eché nada en falta. Pero si lo echas, seguro que podrás encontrar lo que necesites en alguno de los comercios y tiendas que podrás encontrar en las paradas que realices.

Patrimonio culturar y monumental 

España cuenta con un magnífico patrimonio cultural y monumental que se puede descubrir con cada una de las rutas que llevan hasta Santiago de Compostela.  

Es una forma de turismo diferente, que permite conocer grandes ciudades monumentales, pequeños pueblos con buenos ejemplos de arquitectura tradicional y arraigas tradiciones o infinidad lugares pintorescos a los que podrás llegar tras caminar, por ejemplo, por antiguos senderos, calzadas y puentes romanos.

Llegar caminando a los sitios permite parar donde uno quiera y deleitarse con lo que uno se va encontrando, y en el camino encontrarás muchos lugares con un patrimonio que te invitará a ello.

Catedral de Santiago de Compostela
Catedral de Santiago de Compostela

Gastronomía 

El Camino de Santiago comunica distintos países (Francia, España y Portugal) y muy distintas regiones en las que poder deleitarse con buenos productos gastronómicos.

En cada parada del camino se pueden descubrir gratas sorpresas gastronómicas en forma de quesos, embutidos, patés, vinos, cervezas artesanas, repostería o platos tradicionales a base de buena carne, verduras o pescados.  

Todo depende de la ruta que elijas, de la época y de las paradas que hagas.

Pero te aseguro que todo te sabrá a gloria, especialmente al finalizar cada etapa. Saborearás tanto un simple bocadillo de chorizo, como una ración de cecina, un marmitako de bonito, unas patatas meneadas o un buen plato de lacón con grelos.

Te puedo asegurar que por el estómago también te convencerá el Camino de Santiago.

Ponerse en forma

Inevitablemente el andar a diario puede contribuir a ponerse en forma.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el ejercicio físico es, junto a la alimentación, uno de los pilares para tener buena salud. Recomendando caminar durante al menos media hora al día para contribuir a conseguir un estado físico, y mental, saludable.

Pues bien, teniendo en cuenta que cada día en el camino se recorren entre 20 y 30 km, es seguro que realizando el Camino de Santiago caminarás durante muchos más de los 30 minutos diarios que recomienda la OMS.

Se caminan unas 5 o 6 horas diarias de media, y a buen ritmo. Así que el ejercicio físico está asegurado.

Pero es más que recomendable cierta preparación previa antes de comenzar una ruta.  

Caminar varios días, durante varias horas, no se debe hacer de buenas a primeras.

Hay que prepararse para ello, poniéndote en forma antes incluso de comenzar el viaje.

Como experiencia personal, te aconsejo prepararte con un mes de antelación, cargar con poco peso, llevar buen calzado y un apoyo (ej. bastón de senderismo), y seguir tu propio ritmo. Aunque vayas en grupo, no adaptes tu ritmo de caminar al del grupo, lleva el que a ti te resulte más cómodo.

Tu salud te lo agradecerá 😉

Reto personal

Hilado con el motivo anterior es obvio que, si nunca te has enfrentado a caminar durante varias horas diarias cargando con tu equipaje, hacer el Camino de Santiago puede ser todo un reto personal.

Es una buena forma de ponerse a prueba y romper tus propias barreras, tanto físicas como mentales.

Como puede serlo también el hacer el camino solo. Porque viajar solo es algo que no todo el mundo se atreve a hacer.

El Camino puede ser un buen lugar para probarse.

Contacto continuo con la naturaleza  

Si te gusta disfrutar de la naturaleza, de los buenos paisajes y del campo, el Camino ofrece la posibilidad de entrar en contacto continuo con parajes naturales muy diversos y pintorescos.

La exuberante vegetación del norte peninsular a lo largo del Camino Primitivo, el Camino del Norte o el Camino Frances, las sierras y los amplios campos de cereal que marcan el Camino de Santiago desde Madrid, las hermosas dehesas que se extienden por Andalucía, Extremadura y la provincia de Salamanca al paso de la Ruta de la Plata o la imponente costa gallega en el Camino Inglés son buenos ejemplos de la llamativa diversidad natural que podrás encontrar.

Cada ruta y cada época del año te ofrecerán estampas naturales bien distintas. Pudiendo ser un aliciente a la hora de decidir el recorrido y el momento en el que emprender tu camino.

Conocer gente

Conocer gente distinta, tanto de tu misma nacionalidad como de otros países, es también un buen incentivo para hacer el camino.

A lo largo de las jornadas coincidirás con otros peregrinos que llevarán tu mismo ritmo al caminar y eso facilitará, si quieres, el que conozcas a otras personas.

Esa misma posibilidad se da al llegar a los albergues, en los que podrás compartir mesa y habitación con otros peregrinos que realicen en camino a la vez que tú.

Como ejemplo, durante los últimos kilómetros del Camino Francés, yo hice amistad con una pareja española que se había conocido en el camino unos años antes y que decidieron repetir el mismo recorrido como novios para celebrar que se casaban ese mismo año.

Independientemente de que viajes solo o en grupo, se dan infinidad de situaciones que facilitan el poder interactuar con otras personas y con otros grupos. Ofreciendo así la posibilidad de conocer gente y hacer nuevas amistades.

Motivos económicos 

Pocas formas de transporte son tan económicas como el caminar y pocos alojamientos son tan económicos como los albergues del Camino de Santiago.

Si te preguntas cuánto cuesta hacer el Camino de Santiago, mi respuesta es que «depende». Pero ya te adelanto que podemos partir de opciones muy, muy económicas para emprender este viaje.

Algunos albergues religiosos solo piden la voluntad y los albergues públicos tienen precios muy ajustados. Normalmente menos de 10-15€/noche, durmiendo en litera, en habitación compartida y con baño compartido.

A nivel de comidas, igualmente hay opciones muy económicas. Desde hacer uso de las cocinas habilitadas en algunos albergues, para preparar tu propia comida, al típico «menú del peregrino» que ofrecen a precios populares muchos bares y restaurantes del camino.

Por menos de 25 € al día pueden completar las tres comidas, desayuno, almuerzo y cena, si el bolsillo aprieta. Existiendo también la opción de compra lo que necesites en los ultramarinos o las tiendas de alimentación que podemos encontrar en muchas localidades.

El gasto principal viene asociado al transporte para llegar al punto de partida y para regresar a casa tras concluir el Camino.

Luego ya, lo que quieras o puedas gastar. Porque al igual que hay opciones muy económicas, también hay alternativas de alojamiento más caras en hoteles, hostales y pensiones. Así como restaurantes a otros precios, para disfrutar a mesa puesta de la buena gastronomía de cada región.

Pero con independencia de lo que te puedas gastar, recuerda esto: ¡Vivir la experiencia del Camino de Santiago no tiene precio! Porque lo que pagues estará bien invertido 😉

Camino de Santiago
Camino de Santiago

Recuerdo imborrable

Para concluir, como razón o motivo final, no puedo decir otra cosa que asegurar que la experiencia de hacer el Camino de Santiago te dejará un recuerdo imborrable.

La imagen de entrar en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, como es Santiago de Compostela, después de días caminando, acompañado de otros peregrinos con los que has compartido jornada tras jornada, es un momento de satisfacción inexplicable que queda grabado en tu mente para siempre.

Infinidad de recuerdos y buenos momentos vendrán a tu cabeza con el tiempo, como suele pasar con todos los grandes viajes, que querrás compartir con otros y que te servirán para aportar buenos argumentos a todo aquél que te pregunte si merece la pena hacer el Camino de Santiago.

Yo solo espero que estas 10 buenas razones para hacer el Camino de Santiago te haya servido a ti para decidirte.

A mi me han servido para querer repetir. Seguro que volveré algún día a gastar suelas por alguna de sus rutas 😉

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