Viviendo el Grand Tour de Cataluña: Del Surrealismo al Modernismo en 6 Días

Unos 25 años después de nuestro primer viaje a Cataluña, en 2022 regresamos a tierras catalanas para recorrer nuevamente algunas de las paradas de nuestro primer viaje. Pero ahora a través de ruta más trabajada, Viviendo el Grand Tour de Cataluña: Del Surrealismo al Modernismo en 6 Días.

El Grand Tour de Cataluña es una nueva iniciativa turística, diseñada por la Agencia Catalana de Turismo, los Patronatos de Turismo y las Oficinas de Turismo del destino Cataluña, que ofrecer al viajero diferentes rutas por los paisajes, la cultura, la tradición, la gastronomía y la arquitectura más fascinantes de Cataluña.

En nuestro caso, de entre todas las alternativas posibles, optamos por un «roadtrip» de 6 días entre Figueres y Barcelona. Pasando por Girona, Vic, pueblos medievales con encanto y referentes turísticos de la Costa Brava, para sumergirnos en el surrealismo de Dalí y el modernismo de Gaudí, además de disfrutar de los paisajes y de la buena cocina catalana.

¿Qué es el Grand Tour de Cataluña?

Una ruta para conocer, descubrir y vivir Cataluña por libre, con tu vehículo, y a tu manera.

Es un viaje con muchos viajes a la vez. Porque cada viajero puede organizarse a su gusto, lo puede recorrer a su ritmo, en cualquier momento del año, y elegir entre una gran diversidad de experiencias extraordinarias.

En definitiva, el Grand Tour de Cataluña es un itinerario flexible y versátil que puede adaptarse a las necesidades de quienes lo recorren.

Cada uno se hace su propio viaje ad-hoc, por lo que no importa las veces que realices cada ruta, cada tramo o cada etapa, siempre será distinto.

Hay dos maneras de conocer el Grand Tour de Cataluña: en una Ruta Icónica de 13 días (1496 km) o en 5 tramos, de entre 5 y 7 etapas/días cada uno:

  • Tramo 1: Barcelona – Tarragona: Viñedos con sabor a mar.
  • Tramo 2: Tarragona – Lleida: Al encuentro de la historia.
  • Tramo 3: Lleida – La Seu d’Urgell: Muy cerca del cielo.
  • Tramo 4: La Seu d’Urgell – Figueres: Oda a la naturaleza.
  • Tramo 5: Figueres – Barcelona: Del surrealismo al modernismo.

En definitiva, muchas y variadas opciones para poder disfrutar según tus gustos y tu disponibilidad de tiempo del arte, la historia, la gastronomía, el paisaje, la gente y las tradiciones de un territorio único, encajado entre el Mediterráneo y los Pirineos.

Tramo 5: Del Surrealismo al Modernismo

De los tramos disponibles nosotros optamos por el quinto, entre otros motivos para volver a visitar algunos de los lugares que tuvimos la oportunidad de conocer a finales de los 90. Cuando aún no había móviles, ni redes sociales, ni bloggers de viajes, ni pandemias, ni una coyuntura política como la reciente ¡Qué tiempos aquellos!

En origen el Tramo 5 incluye un recorrido de 525 Km y 7 etapas, que parte de Figueres y sigue trayecto por el universo surrealista de Dalí visitando Cadaqués y el Cap de Creus. Continúa por la Costa Brava y sus villas marineras con sus caminos de ronda para descubrir Girona. Se adentra en los pueblos medievales, como Peratallada y Rupit, ofreciendo un descanso en mitad del camino antes de llegar a Vic. Atraviesa luego el Montseny y hace una parada en las playas y en los pueblos pescadores de Costa Barcelona. Siendo Barcelona y su arquitectura modernista el punto final de trayecto.

Nuestro Roadtrip por el Tramo 5 en 6 días

En nuestro caso, de la mano de la Agencia Catalana de Turismo, configuramos nuestra ruta por el Tramo 5 a un roadtrip de 6 días por parte del recorrido original. Realizando un viaje por carreteras paisajísticas, pueblos de ensueño, la vida local y, por supuesto, espectaculares parajes a lo largo de parte de los más de 525km por los que el Tramo 5 del Grand Tour de Cataluña transcurre.

Día 1: Figueres (Girona)

La capital de la comarca del Alto Ampurdán (Alt Empordà) fue nuestra primera parada y punto de partida de nuestra ruta.

Llegamos cómodamente en Ave desde Madrid y en la propia estación de Figueres cogimos el coche de alquiler para realizar nuestra particular ruta en coche por Cataluña.

De Figueres son naturales Mónica Naranjo y Kiko Veneno ¿Lo sabias? Pero el motivo que atrae a más visitantes hasta este municipio de la Costa Brava es el ser cuna del polifacético Salvador Dalí.

En Figueres se pueden visitar lugares tan interesante como, entre otros, el Castillo de San Fernando, la Iglesia Parroquial de San Pedro, el Teatro Municipal o Mueso del Juguete.

Además la ciudad puede regalar al visitante un multicultural paseo por su casco histórico, viviendo el animado ambiente de La Rambla, de la Plaza del Ayuntamiento y sus alrededores comerciales.

Pero si hay un imán del turismo en Figueres ese es el Teatro-Museo Dalí, un espacio que el propio artista proyecto y diseñó.

Puesto que llegamos entrada la tarde a la ciudad, tras visitar su centro histórico, dejamos la visita al Teatro-Museo la dejamos para el segundo día viaje. Porque tras la larga jornada de viaje desde Madrid ya tocaba descansar.

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Hotel Duran (Figueres)

Entre la oferta hotelera de Figueres nosotros contamos con un buen alojamiento en el Hotel Duran (Carrer Lasauca, 5), un histórico de la ciudad.

Ya antes de 1827 se conoce de la existencia de un establecimiento llamado Ca la Teta en el centro de Figueres, una fonda que ofrecía alojamiento, comida y bebida a locales, comerciantes y viajeros.

Figueres ha sido siempre una parada obligatoria gracias a su situación geográfica y, por este motivo, la antigua fonda era – y sigue siendo- un importante punto de encuentro.

Incluso Salvador Dalí, fue un huésped recurrente y dejó su huella surrealista en este hotel de 4 estrellas. Parte de su legado se puede ver en el lobby del hotel.

Por el que también han pasado Premios Nobel, escritores, músicos, políticos y, como en esta ocasión nosotros, muchos viajeros que han hecho de este histórico establecimiento parada en su paso por la capital del Alt Empordá.

Hotel Duran (Figueres)
Hotel Duran (Figueres)

El personal del hotel es muy atento, las habitaciones son estupendas y el servicio de restaurante muy cuidado. Cuenta además con un práctico aparcamiento privado en un edificio cercano.

Todo ello, sumado a su céntrica ubicación, hace de este hotel una buena elección para conocer tanto Figueres como su entorno.

Día 2: Figueres – Castelló d’Empúries

El universo de Dalí se extiende desde Figueres por la llanura del Empordà hasta el cabo de Creus y Cadaqués, con la casa de Portlligat. Y el segundo día lo dedicamos a recorrer algunos de los puntos clave de este singular universo daliniano.

Teatre-Museu Dalí (Figueres)

Comenzamos con la visita al Teatre-Museo Dalí, por el que casa año pasan un millón de visitantes.

La huella del genio de Dalí es visible ya en el exterior del edificio, los panes que decoran su fachada y los gigantes huevos que la coronan son un buen ejemplo de la atmosfera onírica y surrealista que rodea todo el edificio.

El Teatre-Museu Dalí fue inaugurado en el año 1974. Está situado en el antiguo teatro de Figueres, que fue remodelado a este efecto siguiendo los deseos del artista.

Contiene una visión panorámica de la trayectoria artística del pintor figuerense, uno de los catalanes con más proyección internacional en todos los ámbitos.

En él se exponen obras tempranas, piezas plenamente surrealistas y trabajos de los últimos años.

Muchas de estas obras homenajean o se inspiran a personajes importantes para Dalí, tanto desde el punto de vista personal como artístico.

Interior del Teatro Museo Dalí de Figueres (Girona)
Interior del Teatro Museo Dalí de Figueres (Girona)

De entre los cuadros que contiene la colección del museo hay que destacar, quizá, el famoso «La panera de pan» (1945) o «Galatea de les esferes» (1952). Aunque nuestro preferido es «Retrato de Mae West» (1935), por su capacidad de crear una obra en una espacio tridimensional combinando elementos que perfectamente podrían valer para decorar un apartamento.

El museo además cuenta con una serie de llamativas obras que invitan a la interacción del observador y con una impresionante colección de joyas. En ambos casos algunas de las piezas son móviles, gracias a ingeniosos mecanismos de la época, haciéndolas aún más llamativas si cabe.

Retrato de Mae West en el Museo Teatro Dalí (Figueres, Girona)
«Retrato de Mae West" en el Museo Teatro Dalí (Figueres, Girona)

Recomendación: Comenzar la visita por libre, haciendo una recorrido iniciático por el museo, para luego repetir el recorrido con un guía. El contraste a la interpretación de las obras del museo puede deparar grandes sorpresas.

Bodega La Vinyeta (Mollet de Peralada)

El Empordà es tierra de vinos, como pudimos constatar visitando esta joven bodega (fundada en 2002) ubicada a 20 minutos (13 Km) en coche de Figueres.

La Vinyeta se situada en pleno centro del Alt Empordà, en el término de Mollet de Peralada, y se dedica principalmente a la explotación de vid y olivos.

Pero consecuencia de su concepto sostenible del negocio, también cuentan con ovejas para eliminar las malas hierbas de la explotación, con colmenas para favorecer la polinización y con gallinas para contribuir a la reducción de residuos orgánicos. Aliados naturales de cuya actividad obtienen queso, miel y huevos para la venta.

El proyecto arranca con la compra de un par de cepas viejas –entre 55 y 80 años de vida– de las variedades samsó y garnacha a las que añaden nuevas plantaciones hasta llegar a las treinta hectáreas actuales.

Los tres principales vinos que elaboran toman el nombre de palabras de un relato literario: Heus (blanco, tinto y rosado), Llavors (tinto) y Puntiapart (tinto). Marcas comerciales que, amparadas bajo la DO Empordà, explican simbólicamente la historia de la bodega.

Nosotros tuvimos la oportunidad de recorrer las viñas con una visita guiada, de la mano de una estupenda sommelier chilena que nos explicó todos los entresijos de la bodega.

La bodega es visitable, siendo ésta una buena forma de conocer el lugar y también de conocer sus caldos. Ya sea disfrutando de una cata o, si se prefiere, mediante de un picnic en pleno viñedo con su mejor vino y un buen surtido de quesos, embutidos, ensalada y postre. Un plan muy recomendable.

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Nosotros tuvimos la fortuna de poder disfrutar de ambos, la cata y el picnic, y nos habría encantado haber podido dedicar todas la tarde a esta experiencia enológica. Pero tocaba seguir la ruta hacia nuestra siguiente parada…

Monasterio de Sant Pere de Rodes (Puerto de la Selva)

Siguiendo nuestro itinerario programado en dirección a la costa, pero subiendo por carreteras de montaña, tras 22 Km, llegamos a este antiguo monasterio benedictino de Sant Pere de Rodes que nos encontramos escondido entre la niebla.

El Monasterio de Sant Pere de Rodes encabeza el conjunto monumental y paisajístico de la sierra de Rodes, una cordillera de montes en primera línea de mar al norte del Alt Empordà. En pleno corazón del Parque Natural del Cabo de Creus.

Es uno de los numerosos testigos de la arquitectura románica catalana, pero quizás es uno de los más sofisticados arquitectónicamente.

Desde el siglo XI al XIV fue el principal centro espiritual del condado de Empúries y su esplendor se muestra en las grandes dimensiones del conjunto monacal. Formado por la iglesia, el campanario, el claustro, las sacristías, las dependencias convencionales para vivir y el palacio del Abad.

El monasterio está construido en terrazas para adaptarse el terreno y los diversos edificios se organizan en torno al claustro y la iglesia, levantada entre los siglos X y XI.

En estos dos edificios se puede apreciar una muestra excepcional de la escultura románica: las columnas (originales de la antigüedad) y los capiteles de estilo corintio que las coronan. Elementos arquitectónicos que nos hablan de la marcada influencia clásica que tiene este singular templo cristiano.

Especial mención merece la bóveda de cañón de la nave central de la iglesia, de 16 metros de altura, que es sostenida por un original sistema de pilares y dobles columnas. Todo un reto arquitectónico para la época.

La recuperación histórica y arquitectónica que se ha llevado desde finales de los 80 nos permite hoy disfrutar de este lugar privilegiado que, por su entorno natural, su conservación y su singularidad, constituye un conjunto patrimonial excepcional.

Como no podía ser de otra forma, nosotros descubrimos todo los entresijos del monasterio mediante una entretenida visita guiada.

Importante: El conjunto monumental cierra sus puertas a las 17:30h y hay que tener en cuenta que la distancia entre el parking público y el Monasterio es de 10-15 minutos a pie.

Recomendación: Si se cuenta con suficiente tiempo, merece la pena pasear por el entorno natural del monasterio y acercarse hasta el cercano poblado medieval de Santa Creu de Rodes (a 9 minutos andando). Permite viajar al pasado sin máquina del tiempo 😉

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Cadaqués

Desde las alturas de la Sierra de Rodes bajamos hasta el nivel del mar para, tras otros 35 minutos de coche (20 Km), llegar hasta uno de los lugares más populares de la Costa Brava; el pintoresco pueblo pesquero de Cadaqués.

Custodiado por el cabo de Creus al norte y el cabo de Norfeu al sur, Cadaqués es uno de los puntos más emblemáticos del paisaje y de la tradición marinera de la Costa Brava.

Sus casas blancas y sus calles empedradas, entre las que podemos encontrar desde vestigios medievales a llamativas construcciones modernistas como la Casa Serinyana, desembocan en el centro de la bahía de Cadaqués. En cuyo entorno podemos encontrar numerosas calas en las que disfrutar del mar.

A mediados del siglo pasado Cadaqués dejó de ser una villa marinera tradicional para convertirse en un popular destino para artistas y bohemios.

Entre sus más ilustres residentes encontramos a Salvador Dalí y su esposa, Gala. Cerca de Cadaqués, en Port Lligat, se encuentra la casa taller de la pareja. Lugar en el que el genio del surrealismo creó parte de su obra y que ahora es una casa-museo que se puede visitar.

Paseamos durante unas horas siguiendo la bahía, deleitándonos con la puesta de sol y confirmando que Cadaqués ya está lejos de aquel pueblo pesquero que fue. Ahora el sustento es el turismo, especialmente el extranjero.

Atardecer en Cadaqués (Costa Brava)
Atardecer en Cadaqués (Costa Brava)

Y una vez escondido el sol, nos dirigimos hacia nuestra última parada del día. Directos a descansar.

Hotel Palau Macelli (Castelló d’Empúries)

Solo 25 Km separan Cadaqués de Castelló d’Empúries. Pero si bien la distancia no parece grande, las sinuosas carreteras de la Costa Brava hacen que el trayecto en coche lleve unos 40 minutos.

Pese a todo, a pesar de llegar cansados tras una larga jornada, conocer Castelló d’Empúries bien merece el esfuerzo.

Se trata de una antigua ciudad que en sus tiempos llegó a ser capital administrativa del Empordà medieval.

Gracias a dicha capitalidad cuenta con varios puntos de interés turístico, histórico y cultural en su centro monumental. Como es el caso de la Basílica de Santa María, de estilo gótico y dimensiones catedralicias.

Basílica de Santa María en Castelló d'Empúries (Girona)
Basílica de Santa María en Castelló d'Empúries (Girona)

Muy cerca, en pleno corazón de Castelló d’Empúries, encontramos nuestro merecido lugar de descanso. El maravilloso Hotel Palau Macelli. Un antiguo palacete del siglo XVII convertido elegantemente en hotel junto a la Basílica de Santa María, el antiguo convento de Santa Clara y las murallas de la ciudad.

El lugar es muy tranquilo y cuyas habitaciones son para quedarse a vivir. Una maravilla de hospedaje.

Perfecto para reponer fuerzas de cara a nuestra siguiente etapa viviendo el Grand Tour de Cataluña: Del surrealismo al modernismo en 5 días.

Habitación en el Hotel Palau Macelli (Castelló d'Empúries)
Habitación en el Hotel Palau Macelli (Castelló d’Empúries)

Recomendación: Muy cerca Castelló d’Empúries se puede visitar otro de los puntos turísticos más llamativos de la Costa Brava: Empuriabrava (Ampuriabrava). También conocida como la Venecia de la Costa Brava.

Día 3: Castelló d’Empúries – Begur

Tras un copioso desayuno en el Hotel Palau Macelli, en Castelló d’Empúries, nos volvemos a subir al coche para comenzar una nueva jornada que nos va a llevar hasta otro de los lugares clave en la vida de Dalí, a descubrir que el Empordà también es tierra de sidra y a conocer el encanto de uno de los pueblos medievales del interior de Girona.

Castillo Gala-Dalí de Púbol

Nuestra primera parada del día fue en Púbol, a 38 Km (40 min) de Castelló d’Empúries. Para realizar una visita guiada por el castillo que Salvador Dalí regaló a su esposa y musa, Gala.

En 1969, el genial pintor ampurdanés Salvador Dalí prometió a su musa, Gala, que le rendiría homenaje comprándole un castillo.

Después de infructuosos intentos con otras fortificaciones de la comarca, ayudado por amigos, incluso sobrevolando en avioneta las tierras del Empordà, el elegido fue finalmente el castillo de Púbol.

El artista no podía acceder a él sin el permiso escrito por ella y se trasladó al castillo al morir su musa, estableciendo en él su residencia y su taller.

Te regalo un Castillo gótico Gala.

– Acepto con una condición, que solo vengas a visitarme al Castillo con invitación.

– Acepto, ya que acepto en principio todo a condición que haya condiciones. Es el principio mismo del amor corté. *

* Texto manuscrito de Salvador Dalí en el libro de Jean-Charles Pichon, L’Homme et les dieux, París, Robert Laffont, 1969.

La base es una fortificación del siglo XI que fue experimentando diversas reformas e incorporaciones a lo largo de los siglos.

Castillo Gala-Dalí de Púbol (Girona)
Castillo Gala-Dalí de Púbol (Girona)

El interior del edificio medieval está decorado por el propio Dalí, realizando un desbordante esfuerzo creativo pensando en su musa, Gala, y en una función, un lugar adecuado para el descanso y refugio de su esposa.

Pero toda la obra creativa realizada siempre tuvo en cuenta los gustos, antojos y la aprobación de la propia homenajeada. Nade se hizo sin su autorización.

Se trata de un lugar realmente curioso y sorprendente, puesto que se ve la creatividad del artista por todos los rincones. Que pudimos conocer a través de una agradable visita guiada.

Destacan, entre otros, el Salón de los escudos, con sus frescos, trampantojos y su particular trono, el mausoleo y el onírico jardín.

Interior del Castillo Gala-Dalí de Púbol (Girona)
Interior del Castillo Gala-Dalí de Púbol (Girona)

En el mausoleo descansan los restos de Gala y, en un principio, parecía que también sería el lugar de descanso de los restos de Dalí. Pero finalmente no fue así, porque el artista está enterrado en el Teatro-Museo de Figueres.

Polémica: Se dice, se cuenta, se rumorea que los restos de Dalí descansan en el teatro-museo de Figueres porque fue su último deseo justo antes de morir. Deseo que, al parecer, trasladó al alcalde de Figueres en privado y sin testigos que lo corroboren. A pesar de que en un principio todo estaba preparado para que los restos descansaran junto a su musa, Gala, en el Castillo de Púbol.

Sidrería Mooma (Palau-Sator)

Nuestra siguiente parada en el día fue para comer y nos llevó hasta la localidad de Palau-Sator (Girona), a unos 19 km (20 minutos) de Púbol.

Según nos aproximábamos a nuestro destino descubrimos que el Empordà también es tierra de cultivos frutales y, de entre ellos, la manzana es muy popular.

Nuestro viaje coincidió con la campaña de recolección, que pudimos observar conduciendo por las paisajísticas carreteras comarcales de esta parte de Girona.

Nuestro itinerario nos llevó hasta una masia en la que se encontraba la Sidrería Mooma. Una explotación de manzanos y un negocio familiar que ya va por la tercera generación.

En 2016, después de 4 años de investigación, decidieron comercializar Mooma (Montgrí + Poma): la primera sidra catalana.

También elaboran zumos monovarietales de manzana y cuentan con una tienda en la que poder comprar todos sus variedades de sidra, zumos y otros productos locales.

La masía, rodeada de manzanos por los cuatro costados, cuenta con un estupendo restaurante con amplios espacios al aire libre en el que disfrutar de una amplia carta y buena sidra de la casa.

Plato de codillo en el Restaurante de la Sidrería Mooma de Palau-Sator (Girona)
Plato de codillo en el Restaurante de la Sidrería Mooma de Palau-Sator (Girona)

Tras una copiosa comida, y antes de encaminarnos hacia la siguiente parada del roadtrip, qué mejor que dar una paseo entre los manzanos para facilitar la digestión y deleitarse con el paisaje agrícola del lugar.

Explotación de Manzanos en Sidrería Mooma (Palau-Sator, Girona)
Explotación de Manzanos en Sidrería Mooma (Palau-Sator, Girona)

Recomendación: El restaurante confirmamos que es muy popular (estaba hasta la bandera) y lo aconsejable es reservar con tiempo.

Pals

Subidos otra vez en nuestro coche llegamos hasta Pals, a 6 Km de Palau-Sator.

Es una de las villas más pintorescas de la Costa Brava, gracias a un núcleo antiguo de origen gótico que ha recuperado todo el esplendor después de una cuidada y completa restauración.

La guía local del pueblo nos hizo un completo recorrido por el pueblo, para descubrir todos sus rincones con encanto y sus secretos.

La reconstrucción del pueblo, que fue prácticamente destruido durante la Guerra Civil, ha conseguido devolverle su esplendor de antaño.

El Pedró, núcleo histórico de origen gótico con su recuperada esencia medieval, es la parte más atractiva del municipio.

La piedra es el material principal de todas las construcciones y todo parece estar cuidado para no desentonar con el conjunto.

Es imprescindible durante la visita a Pals recorrer su muralla y sus antiguas puertas.

Una parte de las piedras de la antigua muralla se utilizó en diferentes épocas para reconstruir otros edificios de la localidad, como la iglesia de Sant Pere. También visita obligada. Su edificio ha sufrido varias ampliaciones desde su orígenes, que pasaron por el románico y se asentaron en el actual estilo gótico del siglo XV.

Rincón con encanto en Pals (Girona)
Rincón con encanto en Pals (Girona)

Sobre el coro de la iglesia se puede admirar la vidriera del rosetón donde se representa a San Isidro labrador ¿Se trata de un guiño a Madrid? 😉

Además, para dar más intriga al asunto, la portada de estilo barroco de la iglesia guarda un asombroso secreto. Que no podemos desvelar, porque somos gente de palabra, pero que la guía local (Ester) puede explicar por ser la descubridora que dicha portada esconde.

Durante nuestra visita, de todo nuestro recorrido por Pals, el enclave que más nos impacto fue la Torre del Reloj. Una torre románica desde cuya cima se puede tener unas vistas privilegiadas del pueblo, del entorno de campos de arroz y de la costa.

Torre del Reloj de Pals (Girona)
Torre del Reloj de Pals (Girona)

Pals se encuentra situado en la cima del Puig Aspre, y el término municipal llega hasta la costa, con una larguísima playa, ideal para la práctica de deportes acuáticos.

Aunque llame la atención, los arrozales son característicos del entorno de Pals. Se asientan sobre antiguos parajes pantanosos de la zona y ahora, además de arroz, ofrecen un encanto añadido al paisaje.

Puesta de sol desde la Torre del Reloj de Pals (Girona)
Puesta de sol desde la Torre del Reloj de Pals (Girona)

Tras deleitarnos con las vistas y quedarnos boquiabiertos disfrutando de la puesta de sol desde la Torre del Reloj, seguimos ruta hacia nuestra última parada del día. En busca, nuevamente, de un merecido descanso.

Hotel Restaurant Galena Mas Comangau (Begur)

Tras 7 Km y poco más de 10 minutos, llegamos hasta Begur. Otra de las localidades destacables en el corazón del Empordà y la Costa Brava.

A pesar de contar con un interesante casco antiguo, con espacios destacables como el formado por el pequeño núcleo románico de Esclanyà, o con ocho calas y varias pequeñas playas, la verdad es que no tuvimos tiempo de visitar otro lugar que no fuera nuestro hotel previsto.

El final de esta etapa nos llevó hasta el Hotel Restaurant Galena Mas Comangau, para encontrarnos con una buena cena y una buena habitación para la noche.

Entrada del Hotel Restaurant Galena Mas Comangau (Begur)
Entrada del Hotel Restaurant Galena Mas Comangau (Begur)

Este hotel con encanto está ubicado en una apacible Masia de finales del S.XVIII, totalmente restaurada y asomada a la Cordillera de las Gavarres.

Los primeros datos encontrados en el archivo comarcal, hacen referencia a «Un Lugar llamado Comangau«, en documentos antiguos fechados el 5 de septiembre de 1580.

Mas Comangau, tuvo actividad ganadera y agrícola esencialmente, llegando a alcanzar una extensión de 380 hectáreas, a finales del S.XVIII.

La antigua masía fue transformada en un hotel con encanto de la mano de sus propietarios, Joana y Miguel. Ambos crearon un lugar muy acogedor, de trato muy cercano, en el que poder relajarse y descansar.

Mención especial a la terraza del restaurante, que permite desayunar con unas agradables vistas sobre el pinar que rodea al hotel.

Vistas desde la terraza del Hotel Restaurant Galena Mas Comangau (Begur)
Vistas desde la terraza del Hotel Restaurant Galena Mas Comangau (Begur)

Dia 4: Begur – Calella de Palafrugell – Peratallada – Girona

Este cuarto día de ruta nos llevó a conocer otra de las más famosas villas marineras de la Costa Brava, un nuevo pueblo medieval con encanto del interior gerundense y continuó hasta alcanzar Girona.

Calella de Palafrugell

A unos 10 Km (15 min) de Begur encontramos este antiguo pueblo de pescadores, formado por varias calas, que todavía conserva su encanto.

Calella de Palafrugell es uno de los pocos núcleos de la Costa Brava donde aún se mantiene ese ambiente que se respiraba en los pueblos de la zona, antes de que llegara el turismo de masas, con calles estrechas, casas con cubierta inclinada de teja y algunas viviendas tradicionales de pescadores de dos plantas.

Calella de Palafrugell (Costa Brava)
Calella de Palafrugell (Costa Brava)

Este pueblecito pesquero está situado en una costa rocosa, formada por pequeñas calas, al norte del paraje natural de Castell – Cap Roig, un lugar ideal para paseos o excursiones en bicicleta, y al sur del también núcleo costero y turístico de Llafranc.

Calella de Palafrugell dispone del sello Pueblo con Encanto que otorga de Agencia Catalana de Turismo. Este sello certifica que se trata de un lugar con un atractivo o belleza especial, que cautiva y enamora al visitante.

El paseo por sus playas y algunos de sus miradores fue perfecto para comenzar la mañana de este cuarto día de ruta.

Nosotros optamos por hacer una pequeño recorrido a nuestro aire por alguno de sus miradores, disfrutando de un agradable paseo mañanero con buenas vistas sobre el mar.

Calella de Palafrugell (Costa Brava)
Calella de Palafrugell (Costa Brava)

El mirador de Punta dels Burricaires es parada obligada si se quiere sacar una buena panorámica del pueblo y de su antiguo puerto de pescadores.

Curiosidad: El farmacéutico Manuel Juanola Reixach, oriundo de Calella de Palafrugell, cuenta en la localidad con un mirador sobre el mar por ser el inventor de la fórmula de unas famosas pastillas de regaliz ¿Sabes qué pastillas son?

Recomendación: El tramo de camino de ronda desde Calella de Palafrugell hasta Llafranch es uno de los más bonitos y ofrece unas vistas espectaculares. Se trata de un tramo corto y sencillo, así que es una muy buena opción para deleitarse con las vistas que ofrece de la Costa Brava. También recomendamos ir en coche hasta el Far de Sant Sebastià para tener una vista panorámica de la zona.

Peratallada

Improvisando en nuestra ruta, optamos por aventurarnos a hacer unos pocos kilómetros más en nuestro recorrido planificado del día para visitar otra de los pueblos medievales más pintorescos del Empordà.

Peratallada se encuentra a unos 15 Km (20 min.) de Calella de Palafrugell, hacia el interior, y su visita es más que recomendable.

Peratallada (Girona)
Peratallada (Girona)

Este pueblo medieval con mucho encanto ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Peratallada (Girona)
Peratallada (Girona)

Su nivel de conservación es sorprendente. En cierto modo, hasta el punto de transportar al pasado a todo aquel que se adentra en sus muros.

Peratallada (Girona)
Peratallada (Girona)

Nuestra visita fue relámpago, así que solo tuvimos tiempo para recorrer sus calles empedradas y subir a su Torre del Reloj a paso ligero.

Suficiente para captar la esencia del lugar y deleitarnos con una bonita panorámica del pueblo desde las alturas.

Casa Marieta (Girona)

Continuamos viaje hasta Girona, una de nuestras paradas más esperadas.

La capital de provincia se encuentra a 35 Km (40 min.) de nuestra parada anterior, por lo que llegamos justo para la hora de comer.

El lugar elegido para disfrutar de la gastronomía local fue el restaurante centenario Casa Marieta (Plaça de la Independència, 5), que lleva ya 5 generaciones, desde 1892, ofreciendo una amplia carta de comida tradicional en el casco antiguo gerundense.

Restaurante Casa Marieta (Girona)
Restaurante Casa Marieta (Girona)

Su cocina es de mercado y de temporada, y constatamos que cuenta con una extensa selección de platos y sugerencias diarias, entre ellos, clásicos como el pato con peras, el bacalao a la muselina de ajos suaves, la paletilla de cordero al horno, la tradicional crema catalana y el xuixo de Girona.

Una oferta gastronómica que se puede «regar» con alguno de los vinos D.O. de su bodega, entre los que se incluyen buenos caldos regionales.

Si bien el interior del restaurante es amplio y acogedor, optamos por comer su terraza con vistas a la Plaza de la Independencia. Un buen lugar para comer y disfrutar del ambiente de la ciudad.

Terraza y crema Catalana en Restaurante Casa Marieta (Girona)
Terraza y crema Catalana en Restaurante Casa Marieta (Girona)

Confirmamos así, de primera mano, el motivo por el que este restaurante lleva tantos años abierto con éxito.

No parece haber grandes secretos en su longevidad. Todo se basa en una buena selección de productos, una carta variada manteniendo la esencia de la cocina tradicional, un trato muy cercano y un emplazamiento céntrico e histórico.

Finalizada la comida, tras una agradable sobremesa y ya con las energías renovadas, nos dispusimos a recorrer Girona.

Girona

Comenzada la tarde, era el momento de quemar las calorías de la comida con una extensa visita guiada por el centro histórico de Girona.

La capital gerundense, es una urbe con el encanto y la magia de las grandes ciudades, pero la esencia acogedora de los pueblos.

Girona disfruta de una amplia oferta turística, cultural e histórica, y de una rica vida social, con eventos y fiestas populares de gran interés.

Sin olvidarnos tampoco de su oferta gastronómica, como pudimos ver en nuestra parada anterior y atestigua el «referente culinario» en la ciudad de los cocineros y hermanos Roca, con su famoso restaurante «El Celler De Can Roca» (un tres estrellas Michelin).

Nuestro recorrido lo realizamos de la mano de una magnífica guía loca, Rosa, que no escatimó esfuerzos a la hora de enseñarnos todos los rincones destacados e historias singulares de la ciudad antigua a lo largo de 3 horas de visita guiada.

Vistas sobre el río Onyar y fachadas del barrio viejo de Girona
Vistas sobre el río Onyar y fachadas del barrio viejo de Girona

Poco recordábamos ya de nuestra visita anterior a Girona más de 20 años atrás, cuando aún era llamada Gerona. Así que la experiencia fue como volver a conocerla por primera vez.

Tras cruzar el Puente de las Pescaderías Viejas sobre el río Onyar para ver las coloridas fachadas de las casas del barrio viejo, una de las imágenes más famosas de Girona, nos adentramos en el antiguo barrio judío – el Call – y en las callejuelas que rodean la impresionante catedral de la ciudad. Calles estrechas, más o menos empinadas, de casas antiguas y monumentales con bonitos patios interiores.

Arco y escaleras de San Domènec (Girona)
Arco y escaleras de San Domènec (Girona)

En el Call se encuentra el Museo de Historia de los Judíos (C/ Força, 8), que rememora la historia de la comunidad judía por la ciudad desde su llegada a finales del siglo IX.

El barrio fue creciendo y en él se han ido asentando nuevos residentes con alto poder adquisitivo. Como fue el caso del ciclista, «ganador» de 7 Tours de Francia, Lance Armstrong.

Curiosidad: Al parecer, este polémico deportista de élite asentó su residencia en el casco antiguo de Girona como base de entrenamiento cuando estaba en la cúspide. Desde entonces la popularidad de Girona y de su entorno para la práctica del ciclismo adquirió fama internacional, y en la actualidad es una importante fuente de negocio para la ciudad.

Nuestra siguiente parada destacada de la visita guiada fue la catedral gótica de Santa María (siglos XI-XVIII). El elemento arquitectónico más relevante de Girona.

Catedral de Girona
Catedral de Girona

Su nave central ya nos pareció una sorpresa en sí misma, porque es diáfana. No tiene columnas centrales que soporten el templo, todo estriba en los laterales. Algo muy llamativo comparado con otras catedrales de su época que podemos ver en otras capitales de provincia españolas.

Su fachada y escalinata de acceso ha sido escenario de la popular serie «La Casa del Dragón«, cuyos productores encontraron en esta parte del casco antiguo un espectacular decorado real.

Merece la pena la visita al claustro románico de la catedral, para deleitarse con los capiteles historiados de sus arcos tallados en piedra. Cuentan pasajes bíblicos que, en ocasiones, además de estar bien conservados, son curiosamente explícitos (para estar en un templo católico).

Por último, pero no por ello menos importante, completamos la visita a la catedral adentrándonos en su museo para contemplar una de las joyas de la ciudad, el Tapiz de la Creación.

Un bordado único del románico, de grandes dimensiones y valor incalculable. Para su antigüedad, aún se conserva muy bien y se pueden ver perfectamente en su bordado las escenas de la creación, así como lo que parecen ser las estaciones o los meses del año. Una maravilla, sin lugar a dudas.

Al margen de la arquitectura religiosa, que cuenta con otros numerosos ejemplos en la ciudad, en el casco histórico también encontramos varias muestras de arquitectura civil de varias épocas, como los baños árabes (siglos XII-XIII), la casa Agullana (siglos XIV-XVII), el antiguo palacio de Caramany (siglos XVI-XVIII) o la modernista casa Teixidor (1918).

Murallas de Girona al anochecer
Murallas de Girona al anochecer

Nuestro recorrido concluyó al atardecer en la parte alta de la ciudad, en las Murallas de Girona. Construidas en el siglo IX y modificadas durante el bajo medievo (siglos xiv y xv), cuentan con caminos, torres y miradores con buenas vistas sobre toda la parte vieja y los nuevos desarrollos urbanos.

En las murallas nos separamos de nuestra guía e iniciamos un descenso hacia la última parada del día, nuestro hotel en el centro, siguiendo el agradable paseo abierto al público en los muros, mientras nos deleitábamos con las vistas panorámicas sobre Girona durante la puesta de sol. Un recorrido de unos 20 minutos muy recomendable.

Llegamos al centro cuando ya había anochecido, momento perfecto para ir en busca de una merecida cena y de un sueño recuperador.

Hotel Ciutat de Girona

Fue nuestro campo base durante nuestra estancia de una noche en Girona.

Se trata de un hotel con encanto renovado ubicado en el corazón del centro histórico ( Carrer Nord, 2).

En su interior cuenta con el Restaurante Blanc, un punto de encuentro gastronómico reconocido entre el público local.

Su céntrica ubicación hace que todos los puntos de interés turístico de la ciudad se encuentren a un paso, sin que sea necesario desplazarse en coche o transporte público para llegar.

En su servicio de restauración, se pueden encontrar muestras de la gastronomía local y también platos con referencias culinarias internacionales. Trabajando con una selección de productos de proximidad y ecológicos, y la más completa propuesta de cocina saludable. Algo que constatamos durante nuestra cena en su restaurante.

Restaurante Blanc (Girona)
Restaurante Blanc (Girona)

Es el primer hotel de la ciudad en obtener la certificación de turismo responsable Biosphere Responsible Tourism, como prueba de su compromiso con los valores del turismo responsable y ecológico.

El hotel nos pareció una opción muy funcional, cómoda y perfectamente ubicada. Sus instalaciones están totalmente renovadas y cuenta con un parking privado cercano, para poder olvidarse del coche durante la estancia en la ciudad.

Así que, en resumen, es un buen hotel para conocer y disfrutar de Girona desde el primer minuto.

Día 5: Girona – Rupit – Cantonigròs – Vic – Barcelona

Comenzamos nuestra penúltima jornada del Grand Tour de Cataluña con un buen desayuno a primera hora de la mañana en nuestro hotel en Girona, dispuestos a afrontar la que prometía ser la etapa más larga de nuestro roadtrip «Viviendo el Grand Tour de Cataluña: Del Surrealismo al Modernismo en 6 Días».

El objetivo del día fue el de disfrutar de las comarcas de Collsacabra (Girona) y de Osona (Barcelona), visitando otro de los pueblos medievales más pintorescos de Cataluña, gozando a lo grande de la gastronomía local catalana y conociendo el legado chacinero y monumental de la capital comarcal barcelonesa – Vic – . Todo esto antes de concluir la jornada durmiendo en la Ciudad Condal.

El esfuerzo fue grande, pero el premio aún mayor.

Rupit (Barcelona)

Tras un desplazamiento en coche desde Girona de 69 Km (1h 30 min.) llegamos hasta Rupit, un encantador pueblo medieval enclavado teatralmente en un entorno natural espectacular. Se erige entre paisajes de vértigo en pleno Collsacabra, dentro del municipio de Rupit i Pruit.

La piedra de las casas, las calles, las plazas y los puentes de la población parecen dialogar con la roca de
los riscos y los bosques del Collsacabra que le sirven de contexto.

Pasear y descubrir nos pareció nuevamente como viajar en el tiempo cuatro o cinco siglos al pasado, en un trayecto que permite encontrar la esencia de la tradición local.

La visita por el pueblo la realizamos acompañados una vez más de la mano de un estupendo guía local, quién nos explicó que Rupit no es realmente un pueblo medieval. Porque se quemó prácticamente al completo en el siglo XV y, por consiguiente, al erigirse completamente nuevo después, se trataría entonces de un pueblo barroco.

Rupit (Barcelona)
Rupit (Barcelona)

Los restos que quedaron del incendio son visibles en alguna de las antiguas edificaciones de piedra del pueblo. Al igual que se puede ver tallado en los dinteles de piedra de muchas casas cual fue actividad de sus antiguos propietarios.

El pueblo nos pareció maravilloso. Una auténtica joya escondida entre paisajes de cuento que merece ser disfrutada con calma y con ganas de patear por su sobresaliente entorno natural durante días.

Imprescindible deleitarse con el encanto que muestra el Fossar, una de las calles más pintorescas de la localidad.

El Fossar (Rupit)
El Fossar (Rupit)

El lugar parece ser bastante tranquilo entre semana, pero los fines de semana pinta a que llegan legiones de visitantes a disfrutar de todos sus encantos. Atraídos por una localidad que cuenta con el distintivo de Pueblo con Encanto de la Agència Catalana de Turisme.

Completada la visita guiada nos propusimos comprar algún producto típico, y en una pequeña y coqueta tienda local nos hicimos con Carquinyolis de almendras y ratafia. Los primeros son un dulce típico y el segundo un licor de hierbas también muy típico de la zona.

Recomendación: Si se quiere tener una magnifica panorámica de Rupit y del cortado de piedra sobre el que se asienta, el paseo hasta la Ermita de Santa Magdalena (15 min) es muy recomendable.

Recomendación: Si te gusta el senderismo, cerca de Rupit se encuentra el Salt de Sallent. Una cascada de 100 metros de altura que se precipita sobre un hermoso acantilado. La ruta puede llevar unas 3 horas.

Una pena no haber tenido más tiempo para conocer en profundidad Rupit y sus alrededores. Nos habría encantado, pero tocaba salir hacia nuestra siguiente parada….que también prometía dejarnos con la boca abierta.

Restaurante Ca l’Ignasi (Cantonigrós)

A unos 10 Km (17 min) de Rupit se encuentra el pueblo de Cantonigrós (Barcelona), también en la comarca de Collsacabra, y en él uno de los grandes descubrimientos gastronómicos de este roadtrip; el Restaurante Ca l’Ignasi.

Quién nos iba a decir que en un pueblo tan pequeño y tranquilo íbamos a descubrir un restaurante tan sorprendente como Ca l’Ignasi.

Restaurante Ca l'Ignasi (Cantonigrós)
Restaurante Ca l'Ignasi (Cantonigrós)

Porque no es solo un restaurante. Es un proyecto vital de una pareja que, sin ser cocineros ni de Cantonigrós, fueron atrapados por los encantos de la comarca y decidieron emprender en este pueblo barcelonés un cambio de vida.

El resultado, tras 20 años de trayectoria, es un restaurante magnífico y reconocido en la zona por su cocina tradicional catalana con toques modernos.

Desde que el local abrió las puertas, todo lo que se sirve ha sido elaborado con productos ecológicos, de temporada y de proximidad, provenientes de pequeños productores de los alrededores.

Restaurante Ca l'Ignasi en Cantonigrós
Restaurante Ca l'Ignasi en Cantonigrós

Algunos de los platos que se pueden degustar en Ca l’Ignasi son la pasta de crema de setas y queso Reixagó, la torta en el horno de leña, el arroz de Pals con las primeras alcachofas y ceps, o el taco de solomillo a la brasa con tumbet de hortalizas ecológicas.

Todo es elaborado con mimo y pasión, que es lo que transmiten sus propietarios:

"No sé si ponemos el paisaje en la cazuela o el paisaje nos inspira la cazuela, no lo tengo claro"

Como singularidad, el restaurante también cuenta con una biblioteca, que acoge unos 2000 libros vinculados con la gastronomía, y como complemento a su actividad principal también prepara los tradicionales Carquinyolis para venta en tiendas.

Restaurante Ca l'Iganasi en Cantonigrós (Barcelona)
Restaurante Ca l'Iganasi en Cantonigrós (Barcelona)

Durante nuestra visita degustamos un amplio menú de degustación, basado en productos de temporada y de cercanía, y probamos por primera vez vino tinto catalán en lata.

¡Un no parar, una sorpresa culinaria tras otra y todas ellas muy buenas!

Y tras tan copioso y agradable banquete, nos dimos un tranquilo paseo por Cantonigrós antes de seguir ruta hacia nuestra siguiente parada.

Casa Riera d’Ordeix (Vic)

Una vez más en ruta, tras 26 Km y 40 nuevos minutos de coche, llegamos hasta la capital de la comarca de Osona; Vic (Barcelona).

Fuimos directos hacia la Plaça dels Sants Màrtirs al encuentro de Xavier, nuestro nuevo guía local.

Invitados por él nos dirigimos al número 14 de la plaza, lugar en el que se encuentra una de las empresas más emblemáticas de Vic, la Casa Riera d’Ordeix. Una empresa artesanal de embutidos que desde hace más de 170 años elabora la conocida llonganissa (salchichón) de Vic con Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Tuvimos la suerte de conocer el proceso de elaboración del tradicional embutido vicense. Constatando que nada ha cambiado durante más de siglo y medio.

Se elabora solo con productos naturales (carne, sal y pimienta), siguiendo un proceso de curación basado en la experiencia de buenos artesanos y el aprovechamiento la climatología local en los antiguos secaderos de madera de la fábrica.

Salchichón de Casa Riera d'Ordeix (Vic)
Salchichón de Casa Riera d'Ordeix (Vic)

Es la única empresa de embutidos que mantiene su actividad en el centro de Vic y, a tenor de lo que conocimos durante la visita, parece que la llonganissa de Casa Riera d’Ordeix seguirá siendo un embutido de éxito por muchos años más.

La visita nos permitió quedarnos con el aroma de la tradicional llonganissa en la pituitaria y con él nos despedimos de Casa Riera. Tocaba ya conocer la ciudad que ha sido cuna de esta popular vianda.

Vic (Barcelona)

Tras la visita al origen del salchichón vicense no embarcamos en una nueva visita guiada que, en esta ocasión, nos llevó hasta el centro histórico de la ciudad de Vic.

No hay nada mejor para conocer una ciudad que contar con alguien enamorado de ella. Como fue el caso de nuestro guía, Xavier Cervera, que con orgullo se definió como un ferviente enamorado de Vic. Algo que pudimos constatar durante las horas que compartimos con él.

Nunca antes habíamos estado en Vic y la verdad es que la imagen que teníamos de la ciudad estaba muy alejada de lo que luego pudimos conocer.

Pensábamos que era una ciudad industrial más, pero estábamos equivocados.

Vic guarda grandes tesoros y un muy interesante patrimonio, aunque parece que es muy desconocido para la gran mayoría (entre los que nos incluíamos).

Vic es una ciudad acogedora y viva, una ciudad de servicios y de contrastes, donde la modernidad y las últimas tendencias conviven en armonía con grandes archivos, edificios históricos y museos con verdaderas joyas medievales.

Nuestra primera parada fue precisamente el Museo Episcopal de Vic, que con cuenta una magnífica colección de arte medieval, con pintura y escultura del románico y del gótico catalán, además de colecciones de orfebrería y arte litúrgico.

Museo Episcopal de Vic (Barcelona)
Museo Episcopal de Vic (Barcelona)

Esta maravilla de museo expone tallas pintadas del medievo que aún se conservan en muy buenas condiciones, permitiendo al visitante hacer un viaje por la evolución del arte de la época a medida que se adentra en las diferentes salas del recinto.

Entre las obras más destacables del Museo Episcopal de Vic podemos encontrar el Altar de Santa Maria de Lluçà, considerado la obra maestra del arte catalán románico (s. XIII), el Retablo de la pasión, muerte, resurrección y ascensión de Cristo (s. XIV), realizado en alabastro con increíbles detalles, o el Retablo de Advocación Franciscana, una pintura al temple sobre madera del siglo XV y es una de las obras maestras de la pintura europea del primer gótico internacional.

Museo Episcopal de Vic (Barcelona)
Museo Episcopal de Vic (Barcelona)

Tras deleitarnos la vista con tanto arte antiguo nos dirigimos hacia la cercana Catedral de San Pedro de Vic, un templo cuya construcción se inició en el siglo XI y sufrió su mayor ampliación entre los siglos XVIII y XIX. Mezclando así diferentes estilos, que van desde el románico, pasando por el gótico y llegando al neoclásico.

La catedral, vista desde fuera, no llama excesivamente la atención. Pero la gran sorpresa llega una vez se visita su interior.

La decoración difiere mucho a lo que uno puede esperar, si la comparamos con otras catedrales españolas de la época.

Los muros interiores cuentan con extensas pinturas murales de Josep Maria Sert, que representan diferentes escenas del evangelio pintadas inicialmente entorno a 1930. Aunque un incendio en 1936, durante la Guerra Civil, destruyó su obra y poco o nada se conserva de ella realmente.

Tras la guerra retomó la decoración, fundiendo la arquitectura del edificio con las pinturas de tal manera que parezcan bajorrelieves, que fue inaugurada en 1945.

Los murales de Sert son realmente llamativos, imperan los colores oscuros y las imágenes sobrias.

Catedral de Vic (Barcelona)
Catedral de Vic (Barcelona)

Parecen reflejar cierta tristeza o pesimismo del autor al ver cómo su trabajo inicial fue devorado por las llamas de la guerra.

A pesar de ello, Josep Maria Sert fue capaz de jugar con los tonos y la luz de forma asombrosa. Dejándonos realmente impactados con el resultado.

Tras la emocionante visita a la catedral, emprendimos un corto paseo por el centro histórico de Vic.

Pasamos junto a su torre románica, increíblemente alta para la época, nos acercamos hasta su templo romano y terminamos el recorrido en su amplia plaza mayor, que aún parece conservar el albero de la antigua plaza de toros que había en el lugar hasta 1966.

Templo romano de Vic (Barcelona)
Templo romano de Vic (Barcelona)

Finalizó en el albero nuestra visita a Vic, que confirmamos que es una ciudad con un interesante patrimonio que conocer y gente muy apasionada por su tierra.

Llegados a este punto, todo estaba visto y listo para coger nuevamente el coche y dirigirnos hacia nuestra última parada de este Grand Tour de Cataluña; Barcelona.

Hotel Expo Barcelona

Hemos de decir que, a estas alturas de la ruta, con tantos lugares visitados y experiencias vividas, nuestras energías ya estaban casi en las últimas. Especialmente al finalizar la jornada de nuestro largo día en carretera.

Con las últimas luces del día salimos de Vic en dirección a Barcelona, el final de este magnífico recorrido.

Tras cerca de 70 Kilómetros (1 hora y 15 minutos) llegamos a la Ciudad Condal ya entrada la noche. Justo a tiempo para realizar la devolución de nuestro coche de alquiler junto a la estación de tren de Sants y dirigirnos hacia nuestro último hotel de la ruta. El Expo Hotel Barcelona, un excelente balcón sobre la ciudad.

Este hotel de cuatro estrellas, renovado y práctico, está situado muy cerca de la estación de Barcelona-Sants. Por lo que es perfecto si tienes intención de viajar en AVE (como era nuestro caso).

Expo Hotel Barcelona
Expo Hotel Barcelona

Cuenta con aparcamiento y un total de nueve plantas con habitaciones, coronadas por una terraza con una espectacular piscina, donde también se puede disfrutar de una cena con vistas o tomar un cóctel.

Las habitaciones estaban bien, con todo lo que puedes esperar de un cuatro estrellas en una gran urbe como Barcelona.

Aquí pasamos la noche, tras una agradable cena con amigos en un restaurante-pupusería salvadoreño (C/ de la Indústria, 172).

Después de un largo sueño reparador y un desayuno tipo bufet en el hotel, nos dispusimos a afrontar el que sería nuestro último día de este magnífico recorrido repleto de experiencias y emociones que ha sido el Grand Tour de Cataluña.

Día 6: Barcelona

La ubicación del hotel, un sol magnifico y una agradable temperatura nos invitaron a disfrutar de nuestro último día de ruta. Pero esta vez sin coche, porque optamos por gastar suelas yendo a pie.

Todo estaba a favor y las visitas previstas para el día también prometían garantizar una estupenda jornada.

Si empezamos el Grand Tour de Cataluña disfrutando del surrealismo de Dalí, nuestro objetivo en Barcelona era ahora conocer y también disfrutar de la obra modernista de Gaudí.

En un viaje anterior a la Ciudad Condal tuvimos la fortuna de visitar uno de los trabajos más celebres de este reconocido arquitecto español y máximo exponente del modernismo catalán, la Basílica de la Sagrada Familia.

Ahora tocaba conocer otras dos de sus grandes obras, una muy desconocida y otra increíblemente popular. Pero en ambos casos reconocidas como parte del Patrimonio UNESCO de Barcelona.

Durante esta última jornada pudimos conocer los orígenes del modernismo y la importancia que tuvo para la ciudad, que hoy cuenta con Ruta del Modernismo que recorre 120 edificios de tan llamativa corriente artística.

Nosotros nos centramos en adentrarnos en dos de estos edificios, la Casa Batlló y Casa Vicens, para atestiguar la evolución arquitectónica y artística de Antoni Gaudí.

Finalizadas las visitas, nos despedimos del Grand Tour de Cataluña con un nuevo homenaje gastronómico.

Esta vez en uno de los restaurante de moda de la capital catalana, que combina la gastronomía tradicional con la más actual dentro de un concepto de presentación ciertamente original.

La Casa Batlló (Barcelona)

Tras un agradable paseo de unos 30 minutos desde el hotel, llegamos a nuestra primera parada del día.

Nada más y nada menos que la Casa Batlló, obra maestra de Gaudí.

El popular edificio, que es una de las creaciones más importantes del arquitecto catalán, no es difícil de localizar.

Frente a su llamativa fachada, en pleno Paseo de Gracia nº 43, se arremolinan siempre decenas de turistas interesados en fotografiar y visitar este edificio convertido ya en un mito universal.

Cuando Antoni Gaudí proyectó la reforma integral de la casa Batlló, entre 1904 y 1906, ya era un arquitecto consagrado.

Casa Batlló (Barcelona)
Casa Batlló (Barcelona)

El resultado fue una de sus creaciones importantes, con la vistosa fachada de mosaico azulado y peculiares balcones, y el tejado de cerámica de formas onduladas que recuerda a algún tipo de animal fantástico.

La remodelación fue absoluta: añadió un quinto piso, amplió el vestíbulo, creó el sótano y rehízo los interiores de los pisos de forma que no quedara una sola línea recta, además de reconstruir completamente la fachada.

Según una interpretación simbólica, que nunca ha podido ser verificada, todo el edificio evoca la leyenda de Sant Jordi.

Casa Batlló (Barcelona)
Casa Batlló (Barcelona)

Pero lo que si se ha podido verificar es que Gaudí no escatimó en detalles imaginativos y en recursos arquitectónico muy llamativos para la época.

El lugar es mágico y desde el primer pie que se pone en su interior no deja de sorprender al visitante.

Interior de La Casa Batlló (Barcelona)
Interior de La Casa Batlló (Barcelona)

La única pega es la ingente afluencia de visitantes, que hace que en algunos momentos uno se sienta como en el metro en hora punta. A pesar de ello, el edificio es maravilloso y no defrauda.

Nosotros realizamos una visita con audio-guía, que incorporaba una tablet para poder ver detalles con realidad virtual.

También se incluía con la entrada una experiencia inmersiva para viajar al origen de la familia Batlló, la visita a la conserjería original del edificio y a la vivienda privada de la familia, además de una experiencia de Inteligencia Artificial a cargo del artista Refik Anadol en un espacio único (Gaudí Cube).

Hay varias opciones de entrada y, por consiguiente, también varios precios. Cuanto más se paga más completa es la experiencia inmersiva en esta obra rompedora de Gaudí.

Casa Vicens (Barcelona)

A unos 20 minutos andando, en el Carrer de les Carolines nº 20-26, encontramos otro de los edificios singulares de Gaudí. Abierto al público hace pocos años.

Si antes decíamos que cuando Gaudí diseño la Casa Batlló ya era un arquitecto consagrado, Casa Vicens fue su primer encargo importante.

El proyecto de esta villa de veraneo en las afueras de la ciudad de Barcelona (barrio de Gràcia actualmente), realizado entre 1883 y 1888, incluye una casa y un jardín.

Casa Vicens (Barcelona)
Casa Vicens (Barcelona)

De lo que fue en sus tiempos ya queda solo una parte de la villa. Distintos desarrollos urbanísticos, y la ausencia de protección hasta tiempo recientes, favorecieron que se perdiera una parte importante de los jardines y de la vivienda.

Pero lo que queda permite ver con suficiente claridad cómo fue el trabajo del joven Gaudí.

Casa Vicens (Barcelona)
Casa Vicens (Barcelona)

En la casa abundan las líneas y los ángulos rectos, tan poco habituales en la obra posterior del arquitecto, pero es una construcción muy imaginativa y con gran preocupación por los elementos ornamentales.

Aunque parte de un estilo historicista, deja entrever algunos de los elementos que después convertirían al arquitecto en el máximo exponente del modernismo catalán.

Tanto en el interior como en el exterior del edificio, sobre todo en cuanto al cromatismo, se pueden identificar influencias árabes.

Además cuenta con numerosos elementos de cierto toque oriental que transfieren al conjunto de la obra un exótico carácter menos visible en trabajos posteriores del arquitecto.

Entre los elementos decorativos, nos llamó profundamente la atención el uso del papel mache. Es increíble ver como una técnica artesanal tan antigua puede dar tanta vistosidad, juego y elegancia a la hora de decorar las diferentes estancias de la vivienda.

Casa Vicens (Barcelona)
Casa Vicens (Barcelona)

Para conocer todos los detalles del lugar contamos con una visita guiada, la última de nuestro viaje, que nos mostró la evolución del edificio desde sus orígenes hasta la actualidad y nos enseño todos sus singulares detalles.

Constatamos así, tras ambas visitas del día, que Antoni Gaudí evolucionó su estilo arquitectónico de forma llamativa con los años.

Que en sus inicios tuvo mucha importancia la influencia de países exóticos y que con el tiempo fue ganando fuerza el universo de lo imaginativo.

Pero en todos los casos, tanto el Gaudí joven como el más experimentado, el modernismo de este arquitecto catalán es maravilloso y bien merece su fama.

Siendo creador de un legado modernista único que siempre irá unido a la ciudad de Barcelona.

Semproniana (Barcelona)

Concluidas las visitas de la mañana, llegó la hora de comer. El lugar elegido fue el restaurante Semproniana (Carrer del Rosselló, 148). A unos 2 kilómetros (25 minutos) andando desde Casa Vicens.

En 1993, Santi Alegre y Ada Parellada, alquilaron un enorme local, situado en el centro del Eixample de Barcelona, que había sido la sede de una antigua y bella editorial que acababa de bajar la persiana.

Restaurante Semproniana (Barcelona)
Restaurante Semproniana (Barcelona)

Sustituyeron los libros por cartas, las letras, por platos, con promesas de lubina al horno, butifarra negra por un tubo, cordero agridulce y delirium tremens de chocolate. Y lo bautizaron con el nombre de Semproniana.

Decorado de forma muy alternativa y con una original forma de servir su carta, en un concepto de menús de degustación presentado en bandejas compartimentadas, el restaurante es muy popular y cuenta con una gran acogida entre los barceloneses.

Fricandó de berenjena, arroz del venere con queso de Mahón, albóndigas de mar y montaña o canelón de butifarra negra son algunas de las preparaciones que se pueden degustar.

Restaurante Semproniana (Barcelona)
Restaurante Semproniana (Barcelona)

En definitiva, nos ofreció una forma original de comer bien y terminar el Grand Tour de Cataluña con muy buen sabor de boca.

Llegando así el momento de coger el Ave de vuelta a casa y poner punto y…seguido, que no final, porque estamos seguros de que volveremos pronto, a nuestra aventura Viviendo el Grand Tour de Cataluña: Del Surrealismo al Modernismo en 6 Días.

¡Fue un verdadero placer! Muchas gracias a todos aquellos que han hecho que esta gran experiencia viajera por tierras catalanas fuera posible.

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